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En efecto, Namjoon se había tardado más de lo previsto y la única manera de mantenerse al tanto del otro, era vía llamada telefónica o con suerte, videollamada.

Yangtae se había acostumbrado muy bien a la casa de Seokjin, este había ordenado preparar una habitación para ella con la intención de no incomodarla o apurarla para dormir con él, pero había terminado siendo usada una sola vez, pues ella misma lo buscaba en las noches queriendo estar con él.

Al menos los deseos de estar juntos no era solo por parte de sus lobos, si no también cosa de ellos.

Ella no era muy fanática de los jeans, al principio no creía que se vieran muy bien con corset, pero resultó ser todo lo contrario y terminó enamorándose de la prenda, así que apareció en la sala, Seokjin estaba a punto de irse y Nana parecía a punto de ir a hacer las compras, así que se acercó a ella.

—Iré con Nana.

Seokjin arqueó ambas cejas, era la primera vez desde que estaba ahí que le avisaba que saldría.

—¿Necesitas comprar algo?

—Es el cumpleaños de Namjoon.

Nana abandonó la sala, avisando que se alistaría para salir. Seokjin se acercó, agradeciendo el momento de privacidad.

—Te ves hermosa.

—Gracias— musitó— no me cambies el tema, por favor.

—Bien, bien—sonrió— escucha, yo también extraño a Namjoon estos días, pero no nos ha avisado si pueda llegar hoy.

—No importa, puedo preparar un pastel de refrigeración que durará en la nevera hasta que él llegue.

No se resistió a abrazar su pequeña cintura y hundir la nariz en su cabello para aspirar los deliciosos y hogareños aromas que la omega poseía; galletas y melocotón.

—Este corset es lindo.

Cuando le preguntó por qué los usaba, la respuesta que recibió tenía todo el sentido del mundo y era que al parecer, su padre le había contado que su madre los usaba todo el tiempo para mantener una buena figura, le había enseñado fotografías de la misma usándolos y a Yangtae le llamó la atención desde entonces, decidiendo hacer lo mismo y darle forma a su cuerpo con ellos.

—Entonces iré con Nana— lo vio dudar— no he salido de la casa desde que llegamos, es un poco asfixiante.

—Tienes razón, bien, puedes ir con ella. Procuren no tardar mucho.

No tenía que preocuparse, menos cuando tenía un equipo de alfas por toda la ciudad que podían vigilar que todo esté bien y que ningún valiente le respire cerca a Yangtae. Así que la dejó ir.

—Te espero afuera, mi niña— Nana salió primero.

—Bueno, entonces me voy.

Sonrió maliciosa, alejándose hasta que escuchó al alfa aclararse la garganta como si estuviese gruñendo.

—¿No se te olvida algo?

—Cierto.

—Gracias.

—¿De qué sabor el pastel?

Seokjin la soltó, casi haciendo berrinche mientras Yangtae solo podía burlarse de lo resentido que era. Le besó como tanto quería, tardando en salir a raíz de eso.

 Le besó como tanto quería, tardando en salir a raíz de eso

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—Creo que no necesitamos nada más, Nana. Te ayudaré a preparar la cena, lo prometo.

La omega mayor le había tomado especial cariño a Yangtae, era exactamente el tipo de mujer que ella quería y deseaba para Seokjin, una mujer de hogar, amable, dulce, preciosa y sobretodo dedicada.

Quizás demasiado hermosa, las miradas que atraía eran demasiadas y cada vez que caminaba parecía irradiar luz.

—¿Y como vamos a cargar con todo esto solo las dos?

He ahí una buena pregunta. Tenían todas las bolsas con las compras en tres carritos, ella podía empujar uno, Nana otro, pero el restante era el problema ahí.

—Omega líder— giró la cabeza, sonriendo ante la repentina aparición del mayor.

—Hola, Jimin. Que gusto verte.

—Yo las ayudaré a llevar esto hasta la casa— decidió— nosotros, en realidad, pueden solo seguirnos.

Que curioso que tres alfas del equipo de seguridad de Seokjin aparecieran en el momento justo para llevar los carritos. Arqueó una ceja.

—¿Seokjin dió la orden?

—No, señorita. Estamos de guardia.

—En un supermercado.

—Así es.

No se lo creía. Jimin solo respondía lo que Seokjin le había dicho que podía decir en caso de que Yangtae empezara a preguntar, el líder no quería que su omega pensara que no le daba la libertad suficiente, pero es que, ella todavía no sabía lo peligroso que era para la mujer del líder ir por la calle desprotegida.

Más si se trataba de la mujer de un alfa lunar.

Más si se trataba de la mujer de un alfa lunar

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MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora