Capítulo 5: El sapo salvador

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—Por supuesto que sí, soy su profesora y solo intervengo en favor de los estudiantes. Alguien tiene que imponer orden aquí. Nos vamos ahora mismo.—Dicho eso empezó a jalar de un brazo a Samantha, pero ella se resistió.

—Esto no está permitido. ¡No me toque!—exclamó Samantha, mientras luchaba porque la profesora dejara su brazo.

Poco a poco fue escuchando voces elevarse. ¿En serio estaban apoyando a la profesora? Pero no, no era eso. Lentamente fue entendiendo las palabras: "Déjela", "es un abuso", "salga del aula", "aquí nadie la quiere".

Estaban apoyándola. Maldición, de verdad la estaban defendiendo.

La profesora comenzó a jalar con más fuerza, pero Samantha también redobló su esfuerzo.  

Sintió unas sillas moverse, iban a brindarle ayuda.

Pero no llegó cualquiera.

Llegó él.

Trevor Hale alias el sapo horroroso y sarcástico que le hacía la vida imposible.

Pero ni el más imponente príncipe—y ella había conocido a varios—le había parecido tan gallardo como él cuando dijo:

—Déjela en paz.—Trevor agarró con firmeza la mano de la profesora mientras le lanzaba una mirada seria. Sin dejar de mirarla, hizo que soltara a Samantha. 

Todo el salón prorrumpió en aplausos y alabanzas para el reciente héroe salvador de la princesa.

Pero la profesora no podía quedarse callada. 

—Tú...—señaló a Trevor—¡Serás expulsado! Cómo te atreviste a tocarme...¡Fuera de aquí!

No se escuchaba siquiera una respiración.

—Se equivoca—respondió Trevor con tranquilidad—Es usted la que será expulsada. Acaba de agredir a la princesa de Inglaterra. Usted misma selló su destino. Veremos si algún colegio la contrata luego de esto, pero tenga por seguro que, aquí, nadie la quiere. Hasta nunca, profesora.

Samantha observó cómo la profesora pasaba de un color rojo tomate a una palidez impresionante.

Lo único que atinó a hacer fue retroceder sin dejar de mirar a Trevor. Intentó decir algo, tartamudeó, tropezó con sus propios pies y, cuando llegó a la puerta, salió casi corriendo del salón.

El silenció se convirtió, nuevamente, en una ronda de aplausos y gritos.

La única callada era Jessica. Jugaba con su pelo mientras hacía globos con una goma de mascar, intentando parecer ajena a todo.

Trevor se había quedado observando la puerta por donde había huido la maestra.

Luego de unos largos segundos, volteó...y sus miradas se encontraron.

Ella no sabía qué decir. Se dio cuenta de que sus manos temblaban y, también, que no podía apartar sus ojos de los de él. Creyó ver una especie de brillo en estos. Sí, sentía que podían tener una tregua en su extraña relación. Hasta que, por fin, Trevor habló.

—Creí que por lo menos podías vencer a una prejuiciosa mujer de mediana edad. La verdad nunca esperé mucho de ti pero, ¿perder ante ella?

Tregua mis calzones.

—Mira sapito, que me hayas salvado no te da derecho a...

—Entonces admites que te salvé. Me halagas.—respondió Trevor sacando pecho cual gallito.

—Yo no, tú, esto...¡aghh!

—Creo que la palabra que buscas es gracias—le guiñó el ojo. Seguidamente, volteó y se fue silbando del salón con las manos en los bolsillo.

Jessica fue a su atrás sin perder ni un segundo.

—Trevor, espera, Trevooor— chilló mientras corría magistralmente encima de sus tacones rojos.

Ella quedó ensimismada mientras sus compañeros le brindaban palabras de consuelo y hablaban sobre cómo Trevor había vencido a la profesora en su propio juego.

Ese sapo la había salvado, luego se había burlado.

Pero lo que más le chocó era que tenía razón. "Gracias" era la palabra que había estado buscando, porque a pesar de su burla, le había quitado a esa profesora de encima.

Además, se dio cuenta de algo: luego de sus burlas de sapo tonto, sus manos habían dejado de temblar.

Extraño.

Aquel sapo era una caja de sorpresas.

Cogió su mochila, se frotó el brazo, que aún le dolía por el fuerte agarre, y salió del salón con la cabeza en alto. 

Aún faltaba para llegar a viernes, y si había sobrevivido al ataque de una maestra loca y prejuiciosa, no la detendría nada de lo que la vida le lanzara.

¿Qué podía salir mal?


Chicooos, lo prometido es deuda. Dije que subiría este capítulo un viernes, y aquí estoy <3

Ya saben, si les gustó, comenten y denle sus votitos. Me encanta verlos por aquí y sentir su amor.

 ¿Qué piensan de Trevor?¿Qué piensan de Jessica? ¿Qué piensan de Samantha?

¿Qué habrían hecho ustedes si les hubiera pasado algo similar? 

Sin más que decir, nos vemos en el siguiente capítulo. Los quiero mucho, no lo olviden.

PD1: Subiré el siguiente capítulo mañana, domingo 23.

PD2: Para que no se pierdan ninguna novedad, los invito a seguirme y/o a colocar esta historia en su lista de lecturas. 

PD3: Dedicaré el siguiente capítulo a la primera persona que comente <3 

Educando a la princesaWhere stories live. Discover now