-Tengo una pregunta.- dijo subiendo a la cama, se acercó con lentitud y metió ambas manos bajo las rodillas de Marco para luego tirar de él hasta recostarlo.

-Sí, Derek.- dijo el chico rodeándole las caderas con las piernas y atrayéndolo hacia él.-No llevo nada bajo los pantalones, eres muy observador...- le sonrió dejando que sus brazos descansaran en la almohada junto a su cabeza.

-Es una pregunta seria.- deslizó los dedos por sus antebrazos hasta unir sus manos y atrapar a Marco bajo él.-Cuando estabas con chicas...-

-¿Chicas?- preguntó frunciendo el ceño.-Hace un tiempo me interesan otro tipo de personas.- indicó empujando hacia arriba con sus caderas, provocando un roce que Derek trató de ignorar.

-¿Eras sumiso?- dijo apretando sus manos con un poco más de fuerza.

-No lo creo.- negó con una risa.-Pero no me molestaba si alguna quería ser la jefa, y...- se alzó hasta encontrar la boca de Derek y le mordió un labio.-No me importaría llamarte Señor si eso te gusta.- Derek no pudo evitar reír, tampoco pudo contener los deseos de besarlo.

Sintió la sonrisa de Marco contra la boca, dejó ir el agarre que tenía sobre él y deslizó una mano por su abdomen hasta que la encajó entre sus piernas, su piel era cálida y firme bajo su toque, y el suspiro que dejó ir el chico fue tan perfecto que Derek no logró imaginarse deseando tocar a nadie más en mucho tiempo. Ni tampoco deseando que otras manos le acariciaran la espalda y se aferraran a él, que otra boca lo besara como si intentara devorarlo o que otras caderas se movieran contra él en busca de placer. Se sentía afiebrado e impaciente, y de ser más simple no se lo habría pensado dos veces y le habría dado a Marco lo que pedía, pero estaba preguntando.

-La otra vez...- dijo en voz baja, buscando su mirada y sintiendo una calidez en el pecho cuando la encontró. Lo que removía algo en Derek nunca era qué tan cerca estaban sus cuerpos, sino más bien la forma en la que los ojos de Marco se encontraban con los suyos, ese encuentro era tan... absorbente y encantador.-Dijiste que querías tener sexo.-

-Oh, ¿y decides discutirlo cuando me tienes excitado y tan necesitado que literalmente te dejaría hacerme lo que se te antoje?-

-Apenas te estoy tocando.- dijo dejando una última caricia entre sus piernas y llevando su mano hasta la base de su garganta, deslizando suavemente el pulgar por su pulso.

-A veces eres lo peor.- se quejó moviendo las caderas con ojos semicerrados.-Pero... sí, lo quiero.-

-¿Cómo?-

-Deberías...- las manos de Marco fueron hasta su espalda baja y comenzaron a empujar el borde de su pantalón sin siquiera tratar de abrir la pretina primero, Derek se alzó un poco para darle espacio y dejó un suave beso en su mejilla.-Ah... me quieres pasivo, ¿por eso preguntaste si era sumiso?-

-Una cosa no implica la otra, se puede ser pasivo sin ser sumiso, y no sé si me satisface la palabra "pasivo", me gustaría que participes mucho...-

-Voy a participar.- le aseguró mordiéndose los labios.

-Eso pensé.-

-Quiero sentirlo todo contigo.- murmuró con una sonrisa traviesa.-Pero primero necesito hacerme la idea, dame unos días.-

-Nunca he tenido problemas esperando.-

-Por supuesto.- rodó los ojos, tirando de él para acercarlo más. 

Forcejearon un poco quitándose el resto de las ropas mientras se besaban y Derek ya había comenzado a deslizar la mejilla por el interior de los muslos de Marco cuando escuchó el timbre de la casa sonar cinco veces seguidas, de forma errática y sin pausa, el sonido lo siguió mientras se erguía y fruncía el ceño, acariciando la pierna de Marco distraído, o así fue hasta que sus neuronas hicieron sinapsis y recordó que solo había una persona en el mundo que sería capaz de tocar un timbre de forma tan brutal.

Entre TiemposWhere stories live. Discover now