Salvaré el Encanto [Camilo Madrigal]

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Era el día, finalmente era el día que tanto había estado esperando ¡Su cumpleaños número 5!, el día que recibiría su Don y ayudaría al pueblo ¡Tal y como sus tíos y primas!, estaba tan ansioso que no podía quedarse quieto.
Justo en ese momento su abuela entró a la habitación, como tenía costumbre con cada nieto que recibiría un don, los visitaba para hablar con ellos.

—Camilo, ven toma asiento nieto mío— Dijo Alma, el niño obedeció de inmediato, sentándose al lado de su abuela —Sabes que está noche el milagro te considerá un don al igual que al resto de la familia, ¿Quieres que te cuente la historia de como fuimos bendecidos con esta vela?—

—¡Si abuela!— respondió con emoción el infante, adoraba esa historia. La respuesta sacó una pequeño risa a la abuela

—Hace años, cuando mis tres hijos nacieron...tu abuelo Pedro y yo tuvimos que escapar de nuestro hogar al cual atacaron, y aunque muchos se nos unieron en el camino con la esperanza de un nuevo hogar, ellos fueron más rápidos y no pudimos escapar del peligro— suspiró con tristeza, recordando el momento en que su amado murió —Y... perdimos a tu abuelo, todo parecía perdido pero en nuestro momento más oscuro sucedió un milagro— Miró la vela —La vela se convirtió en una llama mágica que jamás se apagaría, y nos bendijo con un refugio en el que podríamos vivir, un lugar maravilloso—

—Un encanto!— dijo el niño

—Asi es Camilo, un encanto— repitió la adulta —El milagro creció y la casa...nuestra casita cobró vida para protegernos. Cuando mis hijos crecieron, el milagro los bendijo a cada uno con un don mágico para ayudarnos. Y cuando ellos crecieron y tuvieron hijos...—

—¡También recibieron un don!—

—Asi es, y con eso nuestros dones hemos hecho de este lugar, un paraíso. Y está noche, mi pequeño Camilo, está vela te considerá un don. Fortalecerás a la comunidad y traerás orgullo a nuestra familia—

El de cabello con rulos sonrió aún más —Traeré orgullo a mi familia...— murmuró —Abuela ¿Cuál será mi don?—

—No lo sé pequeño, pero eres especial Camilo Madrigal, el don qué te espere detrás de esa puerta será tan especial como tú—

En ese momento, el suelo se movió y casita les mostró el reloj, dando a entender que ya era hora de la ceremonia.

El pequeño salió con su abuela de la guardería, buscó con la mirada a su padre encontrándolo con los demás, abajo, este le dió una señal de aliento y eso bastó para que se relajara un poco, veía como su tía Pepa tenía una nube sobre su cabeza seguro a causa de los nervios.

—Pepa la nube— regañó Alma, ganándose un "Hago lo que puedo!" de Pepa.

El resto de la ceremonia siguió como debía, el niño estaba en pasillo, caminando hacia las escaleras bajo la atenta mirada de todo el mundo, tragó duro y camino con paso algo inseguro, finalmente llegó arriba donde la mirada amorosa de su abuela lo recibió, tocó la vela y, con una sonrisa, tomó el picaporte de la puerta, miró con ansias la puerta pero... Miró a su abuela con rapidez ¿Por qué su puerta había desaparecido? ¿Por qué todos lo miraban así? ¿Por qué su papá lo miraba tan... asustado? Lágrimas se asomaron finalmente en sus ojos.

—¿A-abuela? ¿P-papá?— murmuró acercándose, la anciana se alejo levemente con rapidez, eso le dolió al niño el cual finalmente se escondió entre las piernas de su papá. Escuchó a su abuela calmar a la gente y, después de unos minutos, todos se habían ido de la casa.

—No te preocupes hijo, todo estará bien— dijo en consuelo Bruno a su hijo, no, nada estaría bien pero el niño ya estaba lo suficientemente asustado.

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Hey! Que onda, espero les haya gustado la introducción jaja, y si, aquí los lazos familiares son distintos. Pero ya estaban advertidos! Jaja, veremos como se desarrolla esto y como lo afronta nuestro pequeño Camilo </3
Debo decir que soy Argentina, no Colombiana asi que no habrá demasiadas palabras de Colombia, intentaré ser lo más neutral posible en el idioma igual 😽