Capítulo 4

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Era viernes, llevaba varios días observando a Jisung bailar, pero cuando este estaba a punto de verlo se marchaba corriendo, lo que él no sabía es que desde el gran espejo de la sala de baile se veía perfectamente la puerta y el rubio estaba al tanto de sus malas dotes como espía.
A las 8 Jisung se dirigió a los vestuarios, hoy no tenía clases de inglés y podía cambiarse tranquilo, en toda la semana no se había había vuelto a ver cara a cara con Minho, desde su primer encuentro en la sala de ensayos, por eso se llevó una gran sorpresa toparse con él, ni más ni menos que sin camiseta al abrir la puerta del vestuario, este pensó que sería cualquier compañero y siguió cambiándose tan tranquilo, hasta que se giró y su cara se puso roja como un tomate.
Ninguno de los dos hablaba, los duelos de miradas ya eran algo típico suyo, hasta que Jisung tomó varias respiraciones para calmarse y dijo:
-¿Estás emocionado por la cena de mañana?- necesitaba sacar cualquier tema de conservación y tuvo que elegir entre la cena o las visitas "secretas" de Minho en la sala de ensayos.
-Emocionando, lo que se dice emocionado, no mucho, ¿tú?-La pregunta lo cogió por sorpresa.
-Supongo que igual que tu, no me interesan mucho los planes de mis padres- dijo encogiéndose de hombros.
-¿Crees que tus padres organizarán tu boda pronto?- lo miró a los ojos por primera vez en el día, con una pequeña sonrisa.
-Uf cállate, espero que no la verdad, quiero seguir siendo libre- dijo sonriendo.
-Qué envidia me das…-dijo mirando al suelo bajando su tono de voz y cambiando su semblante a una más serio.
-Mi hermana es un buen partido, seguro haréis buenas migas- dijo sacando su camiseta para poner una limpia.
La tranquilidad que había conseguido el mayor se le fue a tomar viento, maldita sea, ¿era legal la existencia de ese chico?, otra vez sentía que sus latidos se podían escuchar fuera de su pecho.
-Yo...me voy a ir…-dijo cogiendo su mochila y dirigiéndose a la puerta.
-Espera…- escuchó a sus espaldas.
-¿Si?- Por favor diosito que tenga la camiseta puesta, deseó girándose muy despacio.
-Yo.., de verdad...espero que seas muy feliz...con Lía- Minho sintió un golpe invisible en su vientre, vaya, casi que prefería verlo sin camiseta a qué dijera esa mierda de frase.
-Gracias.., supongo- y se fue, dolido, reprochándose a sí mismo por estar dolido, ¿Acaso esperaba tener algo con ese chico inalcanzable?

Jisung llevaba un rato en su habitación propinándose golpes en su frente, había sido un estúpido, "Espero que seas muy feliz con Lía" era tonto de remate, ¿pero que debía hacer sino?, no podía intentar conquistarlo, era el maldito prometido de su hermana, y a ella parecía gustarle de verdad, no podía hacerle eso, le tocaba joderse.
Se dio una ducha de agua caliente y se acostó, mañana la esperaba un largo día.

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