Senju Akaashi tiene la vida perfecta, el novio perfecto y una apariencia perfecta.
Pero...
¿Que harías si encuentras a tu novio y a tu hermanastra en la misma cama? o peor aún. Dicen que tú eres la culpable de lo que sucedió.
Respuesta fácil, te va...
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El ruido proveniente de los arbustos se hacía cada vez más fuerte y Katsuki apretó con fuerza la rama entre sus dedos preparado para golpear a quien sea que esté ahí.
Se escucha un grito y a la vista de ellos se ve un anciano quien suelta su linterna del susto al ver a dos jóvenes en medio de la nada, bajo la lluvia, en la oscuridad y con un palo para atacar.
-¿Que están haciendo aquí afuera?--- Exclamó él anciano.--- ¿Acaso quieren darle un susto a un pobre anciano como yo? ¿Porque no están afuera en un día lluvioso?
-Señor, mi compañero y yo.--- Señaló a katsuki.--- Estábamos paseando por aquí pero nos perdimos, nuestro celulares no tienen señal, me preguntaba si podría prestarnos un paraguas.
-¿Cómo podría dejarnos a ambos en la deriva? ¿Porque mejor no pasan la noche en mi morada?--- Ambos miraron al anciano.--- Mi hijo y nuera están de viaje, tengo una habitación que pueden usar.
-Gracias señor.
Los dos comenzaron a seguir al hombre quien caminaba como si las personas detrás de él eran de los que más confianza tenía, llegaron hacia una residencia estilo oriental moderna y caminaron hacia una fuerta.
-Esta habitación está recién construida, es muy bonita y cálida, sin embargo solo tiene una cama, espero que no sea una molestia para ambos dormir juntos.
-¿Solo una cama?
-Si, vera está es la habitación de mi nuera e hijo, por lo tanto ellos duermen juntos.
-¿No son pareja? Pensé que eso era normal entre si.
-Por supuesto que somos una gran pareja.--- Katsuki se coloco detrás de Senju y la abrazo.--- Nos amamos y ya compartimos cama antes.
-Ese no es el punto...--- Dijo Senju enojada.
Ambos entraron al cuarto y parecía un cuarto de para personas apasionadas, una cama con sábanas rojas al igual que las almohadas, las luces de la mesita de noche eran de color rojas y había corazones en las paredes.
-Señor... Esto parece un cuarto de luna de miel, ¿Está seguro que a su hijo no le molestara que dos extraños duerman aquí? No tendremos problemas con dormir en la sala, de verdad.
-¿Cómo podría molestarme? En nuestro pueblo es tradición darles un lugar donde alojarse a nuestros invitados. Si las personas se enteras de que deje afuera a mis invitados no podré verlos a la cara.
-Pero...
-Sin peros, mi hijo y mi nuera no están y mi esposa falleció, hace mucho que no veo caras nuevas.
-...
Katsuki miro a Senju y luego al señor.--- Estamos agradecidos de que nos deje quedarnos aquí, gracias.
