Pase mi muñeca debajo de mis ojos. No llores por favor.

Mi hermano dudo por momentos pero no tardó en envolver de brazos en un cálido abrazo.

— Dhara... — Acarició mi cabello con un lentitud abrigadora.

Me separe de él y le mire los ojos observándole.

—Dorian perdón yo no quisiera meterte en mis problemas, cuando ya tenemos suficientes aquí en casa —hice una pausa.—  No quisiera que te lastimaran de nuevo solo por saber.

Sonrió con las cejas bajas.

—Si para a ti te quita un peso de encima, que vengan los que me tenga que golpear incluyendo a nuestro padre, no me importa, solo tu que eres mi hermana, déjame ayudarte por primera vez... —Vi su súplica en sus ojos.

Trague saliva desasiendo de cualquier nudo de la garganta.

—Dorian...

—Déjame ayudarte por favor.

Sus ojos brillaban y no sabía el por qué. Tal vez era por todo lo que había pasado juntos y ahora siente esa necesidad de ayudar. Después de todo a él siempre le he tenido la sufiente confianza para hablar.

Relami mis labios que de un momento a otro los sentía secos.

—Está bien...

Asintió regalando una sonrisa que aunque no fuese del todo real, era sincera.

// // //

// // //

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Noches.

Odiaba tanto pensar en la noches que no me dejaba descansar y todo por alguien que tiene nombre y apellido.

Dhara Becker.

Pequeña Enana que esta empezando arruinar mis planes.

Mi corazón empezaba a latir tan fuerte que provocaba un ritmo sin frenesí. Odiaba apartar la mirada para no acercarme a ella y besar esos labios que ya me tenían loco de poder tocarlos de nuevo, odiaba tenerla tan cerca y aguantar las ganas de agarrarla de la cintura y llevarla lejos de su novio, odiaba tener que fingir que no tuvimos nada cuando tuvimos tanto en solo una noche.

Y odiaba...

Sentir tanto por ella.

¡Pero tienes novia!

Antes que me cancelen, todo tiene un porque y para que y aunque me enfurezca decirlo, mis razones tienen solo un apellido que aunque más quisiera separarme de ese maldito apellido, cada vez más acercaba peligrosamente a él.

Brown.

Simplemente eso, y pertenecía a ese apellido y era lo que más deseaba que muriera de mi.

Amor Por Error ©Where stories live. Discover now