Capítulo 8: Al borde del descontrol.

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Aunque los Lowell no se alimenten de cualquier persona, Hollywood me impide pensar lo contrario, así que los mantengo cerca mío para poder controlarlos.

— ¿Por qué tenemos que estar aquí? —me pregunta River.

— Porque aquí es más divertido —contesto dándole un trago a mi cerveza.

— Solo nosotros estamos aquí —frunce el ceño.

Los traje al pórtico trasero para poder verlos y mantenerlos alejados de los demás porque adentro era un completo desastre; varios chicos intentaron coquetear con Eleanor y quisieron ir a "charlar en privado" con ella, pero los rechazó con amabilidad y siguió bailando.

River quería ir a dar un tour por la casa porque quería echar un vistazo a la biblioteca porque le gustan, pero logré persuadirlo de quedarse cuando le dije que no hay ninguna aunque sé que el padre de Brandon tiene una en su oficina.

Y Vincent, bueno él... esperen un momento...

— ¿Dónde está Vincent? —le pregunto a Eleanor, ella se encoje de hombros.

Miro a River y él levanta las manos.

— No me mires a mí, yo no hice nada.

Estúpido Vincent...

La puerta se abre y entonces Jaime aparece con una cerveza en la mano, cierra la puerta viéndome extrañado y divertido.

— ¿Qué haces aquí sola?

Frunzo las cejas y miro detrás de mí, pero River y Eleanor ya no se encuentran aquí. Me abstengo de soltar una maldición y sonrío para ocultar mis nervios.

— Estaba tomando aire...

— Sí, desde que llegaste —se ríe— Creí que estabas con tus nuevos amigos.

— Ah, sí, ellos se mudaron a la casa de la señora Jones y nos volvimos cercanos.

— Sí, eso escuché.

Nos quedamos viendo sin saber qué más decir, solo mirándonos en un silencio hasta que decido apartar la mirada y me abrazo a mí misma.

— Vengo sin dagas está vez. Tranquila —le miro sin entender— Lo de la danza —me aclara.

— Así que Blake te contó —lo afirmo, escondiendo el sentimiento de traición con una pequeña mueca divertida.

— Me hizo un resumen sin entrar en detalles —se apresura a decirme. No soy buena escondiendo lo que siento, después de todo— Solo para que no vuelva a meter la pata.

Miro la piscina, el agua cristalina que brilla bajo la tenue luz que proporciona la luna. Recuerdo muchos días de verano aquí, también como mi madre me enseñó a nadar en este mismo lugar. Después Holly se sumó a las clases y cuando nos dimos cuenta, todos nuestros compañeros —los que no sabían nadar—, querían ser parte también.

— Extrañaba estar en casa —comenta trayéndome devuelta al presente. Los recuerdos de aquellos días de verano se desvanecen frente a mí— La comida de mi madre, beber con papá en el pórtico, pasar tiempo con Blake... el pueblo, ya sabes, lo simple.

Desde que Jaime se fue a estudiar a Harvard lo vemos poco por Belmont y según sé su amistad con Blake también se vio afectada por la distancia, por eso él y Sienna se volvieron amigos. Porque su mejor amigo se fue.

— Deberías venir más seguido —le aconsejo— Blake necesita a su amigo aquí.

Aunque en el fondo no siento que mis palabras tengan la intención correcta...

Hasta que comience a arder [EN PAUSA]Where stories live. Discover now