COBRA KAI |Johnny Lawrence|

CAPÍTULO 9

El segundo día de clases de Lucy y sentía que debía de tener un año sabático.
Ayer había hablado con sus padres en cambiarla de escuela, obviamente éstos no aceptaron; habían condenado a vivir un infierno a la pobre Lucy.
No quería saber más nada con Johnny Lawrence, si, había sido su amor hace muchos años atrás, pero... ¡Por favor! Era un amor de niños, ni siquiera noción tenían de lo que implicaba ser pareja, ni nada de éso.

Pero le dolía que éste no se acordara de ella.

— Quiero que te lo termines. — ordenó su padre mientras dejaba el periódico en la mesa desayunadora y con su dedo índice le señalaba su plato.

— No, gracias. — Lucy se bajó de un salto de su banqueta, tomó su patineta negra con dibujos en flúor y abrió la puerta. — ¡Los amo! — gritó. Sus padres respondieron de la misma manera y Lucy emprendió viaje hacia la escuela.

Al llegar a la escuela, se encontró con su queridísima amiga Piper. No la odiaba, para nada, pero era muy charlatana lo cuál Lucy odia a la gente así, pero no era mala. Sus padres se divorciaron cuando ella era muy pequeña, su padre jamás volvió a dirigirle la palabra y su madre no era tan amigable que digamos.

 —Hola, mi bella amiga. —  se acercó Piper dándole un fuerte abrazo. Lucy aceptó.

 — Hola. — dijo sin más.

Aquellas motocicletas volvieron a sonar y los vellos de los brazos de Lucy se encontraban ya parados.
Tragó saliva y se retiró de ahí.

— Acompáñame al baño. — le tomó el brazo a Piper y se la llevo a los sanitarios.

 — Vaya, vaya, vaya miren a quién tenemos aquí. Volviste. — giró su mirada hacia aquella voz femenina. — ¿Qué pasa, Lucy? ¿Te comieron la lengua los ratones? — preguntó cruzándose de brazos junto a sus perras guardianes.

— Ay no puede ser. — miró hacia el suelo y suspiró. — Ali Mills...  — dejó su nombre en el aire. — ¿Cómo te ha ido? — intentó no mostrar rabia a su presencia.

— Ay muy bien, cariño. — respondió. — No sé si ya lo notaste o si te enteraste por las chusmas que dan vuelta por ahí... — dijo éso último para mirar a su amiga Piper. — Johnny y yo estamos juntos. — terminó orgullosamente.

— Te veo muy orgullosa por éso. Pero la próxima dilo cuándo no le obligues a romper mis fotografías. — respondió Lucy con una sonrisa. — Ahora si, me tengo que ir. — tomó del brazo de su amiga y se habían dispuesto a marcharse, pero una mano la sujetó y ésta era de Ali.

— Sólo te lo diré una vez, aléjate de Lawrence sino no respondo. — la soltó amenazante.

Lucy rió levemente y suspiró negando. Se marcharon de ahí.

— ¿¡Cuándo pensabas decirme que tú eras la enamorada!? — preguntó Piper mientras se colocaba en la fila para pedir sus almuerzos.

— Ayer te conocí, Piper. — respondió ésta mirando hacia todos lados buscando aquella persona.

— Lo sé. — respondió. — Pero sabes que puedes contarme todo, yo prometo ser una muy buena amiga ¡la mejor que hayas tenido! — habló emocionada.

— Créeme que serás la primera. — sonrió a medias cuándo sintió su presencia detrás de ella. Los ojos de Piper se abrieron y le dio la espalda, sabía que ahí estaba Johnny.

— Hola, hija de Kreese. — aquellas palabras le hicieron casi sonrojarse.

— Hola, sirvienta de Kreese. — respondió ahora dándose vuelta y mirándolo directamente, éste sonrió junto a sus amigos.