COBRA KAI |Johnny Lawrence|

CAPÍTULO 5

La vida de John no había sido para nada fácil luego de que Lucy se marchara para jamás volver. Había perdido a la niña que lo había enamorado, perdió a su madre y junto a ella el poco corazón que tenía el pequeño Johnny.
Sid era un desgraciado con él. Desde que su madre murió, todo se fue por la borda. Más de cinco veces intentó quitarse la vida y su padrastro lo único que le dijo, fue: " — Ni siquiera para éso sirves, inútil.". Quería a su mamá de vuelta, quería que todo fuese una pesadilla y que despertaría en cualquier momento, pero éso pasó hace cuatro años atrás.

Johnny logró cumplir sus quince años y Sid le dio dinero para que comenzara a independizarse y a valerse por si mismo. A pesar de que jamás lo quiso; le prometió a su querida Laura que estaría para Johnny y le seguiría dando las comodidas de siempre.

Ahora mismo el adolescente de cabellos rubios oro, se encontraba recostado en su cama. Miró su muñeca y sonrió con algo de pena. La extrañaba y ni siquiera sabía si ella lo recordara. Tomó la billetera que estaba encima de su mesilla de luz y sacó la fotografía instantánea que tenía ahí. Una lágrima cayó por su rosada mejilla y aún no podía creer que Lucy lo había abandonado.

Su madre lo abandonó, su novia de la niñez lo había hecho y su padrastro también. ¿Qué más le quedaba al pequeño Johnny?

Sintió que sus mejillas ardían por el enojo y ésta vez rompió en cuatro partes aquella fotografía en la cabina del parque de diversiones. Cerró sus ojos y se durmió en menos de dos minutos.

— No quiero hablar contigo, ¿ok? No me vuelvas a buscar. — Ali lo empujó y él resopló.

Ali y John habían formado una relación de pocos meses. Su relación terminó ya que la adolescente rubia vio la fotografía de él junto a Lucy en su billetera.

— La rompí. ¿Está bien? La rompí y la tiré al basurero. Ya no está, ya no existe. — se defendió. Sus amigos se acercaban por el pasillo de la escuela. Se apoyó al lado del casillero de Ali y la miró con una sonrisa, esperando su respuesta.

— ¿De verdad? — preguntó inseguridad. Él asintió.

— ¡Buenas buenas los tortolos! — gritó Tommy mientras abrazaba a la ex pareja por los hombros.

— ¿Tommy, nos dejas un segundo? — preguntó Ali rodando los ojos. Éste se separó ofendido y se llevó al grupo de chicos. — ¿Cómo puedes comprobarlo? — preguntó ahora dirigiéndose a Johnny.

Éste sacó de su bolsillo la billetera y se lo mostró. En el lugar, tenía la marca  de la fotografía, hacía muchos años estaba allí. Ella sonrió y se acercó lentamente para darle un beso.

— Debo estar en el presente y pensar en el futuro. Y en el futuro tu estás ahí. — dijo John no muy convencido pero haciéndolo sonar como si lo estuviera.

Ali se acercó y le depositó otro beso lo cual el rubio aceptó sin ningún problema. Aún le seguía doliendo el abandono de Lucy y la tenía clavada aún en su pecho cómo una daga.

— Ésta noche en el parque de diversiones. — dijo Johnny para darle un beso y marcharse luego de que escuchara el timbre de la escuela sonar, ya que indicaba que deberían dirigirse cada uno a su clase.

— ¿De verdad le dijiste éso? Eres un imbécil. — habló Dutch. Uno de sus amigos que era mayor a ellos, sino que había repetido varias veces el mismo año.

— ¿Tú eres idiota o sólo te detienes cuándo duermes? — preguntó Tommy a Dutch. — ¿No ves que no tenía otra opción? Me imagino que no rompiste de verdad la foto, ¿no? — preguntó el castaño de cabellos largos.

Por la reacción de Johnny a su pregunta, todos ya sabían la respuesta. Si, lo había hecho y todo por cumplirle los caprichos a Mils. Se sentía como un idiota, no debió haber hecho éso, era la única fotografía que tenía de ella y junto a ella.

— Bueno. Ahora si estoy con Dutch. — apoyó a su amigo. Johnny negó con cara de pocos amigos ante sus palabras.

— No quiero estar mas con ella. Pero tampoco tengo muchas opciones. ¿Verdad? — habló a sus amigos.

— Claro que las tienes. Estar como nosotros, solteros. — dijo un poco obvio Jimmy apoyando su brazo en los hombros de su amigo deprimido.

Johnny sinceramente lamentaba haberse fijado en Ali. Aunque sonara cómo un idiota, él no la quiso. Simplemente quería llenar el vacío de Lucy y todo le había salido mal. Y tampoco quería romperle el corazón a la rubia. ¿Qué debía hacer?