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~BELL ROUX

«—Hola.

—Hola, cariño —odiaba que me llamara así, me hacía creer que me tenía algún tipo de afecto —.Te llamaba para decirte que no podré ir para tu primer día en la universidad.Lo siento.Se presentó un proyecto muy bueno.Además, tu hermana prácticamente me imploró que me quedara.Al inicio le dije que no, pero cada vez que salía de su campo de visión comenzaba a llorar y no sé detenía.Espero que entiendas que es pequeña y eso le puede hacer daño, puede irle mal en el colegio a raíz de ello, y ya tú eres mayor, puedes sobrellevar...»

¿Sobrellevar?

Me hubiese gustado no ceder ante lo triste que me puso escucharlo decir todo aquello y preguntarle ¿cómo se supone que deba sobrellevar que una persona que, supuestamente debe amarte, no lo haga?¿Por ser mayor de edad debo saber sobrellevar que mi hermana, y hasta un buen proyecto, este por delante de mí en la lista de prioridades de mi propio padre?

Pues no.

Si se supone que debo saber hacerlo, fracasé en ello.

—Cuéntame de tu día —escuché a mi madre adentrarse en mi habitación.De inmediato silencié mis sollozos.Pero ella me conocía, era mi madre —.Ay, mi pequeña.Esperaba verte sonriendo como nunca.

El colchón se hunde con su peso cuando toma asiento junto a mí y comienza a peinar mi cabello.

—Cuando eras una niña te encantaba que acariciara tu cabello mientras estabas en la cama.Incluso llorabas por ello —rió.La nostalgia en su voz era notable —.Como me aterra lo que has crecido.Sin embargo, también estoy muy orgullosa de la chica fuerte en que te has convertido.No he sido la madre más comunicativa del mundo, quizás no te he dado todo el apoyo que has necesitado, pero soy tu madre...y también tu padre si lo necesitas.

—¿Cómo lo sabes? —musité frotando mis ojos mientras me ubico en posición de indio sobre la cama.Con la almohada entre mis piernas.

—Ya lo dije.Soy tu madre —Me atrajo hacia ella.

Mi cabeza terminó sobre su regazo en tanto ella continuaba acariciando mi cabello.

—Él no vendrá —susurré.Las lágrimas reaparecieron, sin embargo, esta vez parecían llevarse la tristeza con ellas.Poco a poco —.Tiene cosas más importantes que hacer.

—Ay, Bell —soltó un largo suspiro —.Tu padre te ama.No tengo dudas.

—Hace años que parece que no es así.No estuvo cuando entré al instituto, tampoco cuando me gradué, y no estará cuando comience la universidad.No ha estado en mis últimos siete cumpleaños, ni cuando me he enfermado.En el momento en que un chico me hizo daño no estuvo para defenderme.Nunca está —me separé de mi madre para alcanzar una caja de pañuelos en la pequeña mesa junto a la cama —.Y piensa que todo lo puede resolver con una videollamada o un mensaje con un "te quiero" al final.

»Me hace daño y, a pesar de eso, me sigue importando, pero siento que yo a él no le importo tanto.Intento combatir ese sentimiento, pero es difícil...muy difícil.

—¿Alguna vez se lo has dicho? —me quedo callada —.¿Nunca le has dicho cómo te sientes, no le has reclamado lo que sientes que está mal?

Un chico amante a las flores [✓]©Where stories live. Discover now