Pañuelo De Lágrimas (25)

22 2 0
                                    


🌈

Amelie Wesley

— No, ahora que lo veo, tu y yo nunca fuimos amigos

— De qué hablas? , Jonathan yo...

Interrumpe — Yo no fui tu amigo, yo solo era tu segunda opción, para cualquier cosa.

— Jonathan...

Me dolía ver su rostro. Nunca antes había visto esa expresión que combinaba lástima con decepción y sus palabras me daban miedo, muy en el fondo ya sabia lo que diría.

— Cuando tus padres se separaron, corriste a mi y fue sobre este hombro que lloraste — dice tocando con fuerza su hombro derecho — Y desde ese momento jugábamos y hacíamos todo juntos. Luego llegó Daniel y te olvidaste de mi a excepción de las veces que el te lastimaba y corrias nuevamente hacia mi. Cuando el murió... No te mentiré, una parte de mi estaba aliviada, porque aunque tu no lo recuerdes yo si recuerdo cada vez que ese idiota te hizo daño y no tienes idea como me rompía cada vez que te echabas toda la culpa de su muerte, porque creeme no lo merecía...— forzá una sonrisa

Lentamente mis ojos se llenaban de lágrimas con cada palabra que salía de su boca. Su tono de voz parecía romperse con cada frase. Su mandíbula estaba tensionada y sus ojos parecían estar a punto de desbordarse.

— Sabes que es lo peor? — se gira a mi — Que cada vez que regresabas, toda rota y dolida. Un rayo de esperanza aparecía y me hacía creer que tenía una oportunidad contigo.

— Que? — digo en voz baja con sorpresa

— Tu que crees? De ser tanto tu pañuelo de lágrimas, me hiciste querer ser esa persona que estuviera de primero en tu lista, para no hacerte daño de la forma que otros lo hacían— el le da una mirada a mi cara de confusión y luego se gira de nuevo, volteando los ojos — Maldición Amelie, me enamore de ti, desde hace mucho, pero tu siempre tenías a otra persona y justo ahora es igual.

— Yo no tenía idea

— Claro que no — lanza un suspiro de resignación —, para ser sincero nunca me importo, lo que sí es cierto es que me canse, de ser la persona a la que solo buscas cuando no tienes a nadie más. Yo siempre estuve para ti, pero cuando yo te necesitaba nunca estabas ahí, estabas ocupada con otra persona. A mi también me dolió la muerte de Daniel, pero no podia llorar, porque tu lo estabas haciendo. Yo también quise salir de esa puta universidad muchas veces, pero no podía, porque estaba convenciendote de no hacerlo. Yo también he estado roto, pero siempre estaba ocupado reconstruyendo tu corazón, que olvidaba que el mio también necesitaba reparación.

— Jonathan, escucha yo solo.

— No te molestes, no necesito que me pidas perdón, me da igual — se levanta del columpio — Que tengas lindo día, Amelie.


Por que siempre me quedo callada escuchando las verdades de otros?



Tal vez no conteste sus llamadas un par de veces o no escuche lo que tenía que decirme. Tal vez llegue tarde cuando el queria verme y en muchas ocasiones pase por alto lo que él quería. El siempre pareció ser tan fuerte e invencible, como una persona de acero a la que nadie podía quitarle la sonrisa y ahora que lo pienso nunca lo vi llorar, eso, o muy seguramente estaba ocupada llorando sobre su hombro que no me di cuenta de cuando lo hacía.

Era extraño, el siempre había estado ahí, que simplemenre di por hecho que siempre lo estaría, que sin importar que cosa, el seguiría apareciendo en mi vida para comer papas fritas cuando me derrumbara. Ahora después de todo eso, se siente vacío, como si se hubiera cerrado la puerta del lugar en el que me escondía, de mi refujio. Se sentía como si una parte de mi corazón hubiera sido arrancada y... Dolía.

El Cielo De Van GoghWhere stories live. Discover now