XV.

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"La verdad nunca es tan dolorosa como descubrir una mentira."

13 de septiembre de 1527

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13 de septiembre de 1527

Melocotones. Olía a melocotones, melocotones frescos, recién separados de su creador; el árbol. Sintió cosquillas en la punta de su nariz, la cual arrugó aún con los ojos cerrados sintiendo algo cálido en su pecho.

Le costó un poco al príncipe percatarse de que lo de ayer no había sido un sueño, había sucedido, su alfa había tomado la arriesgada e imprudente decisión de elegir a un omega que no pertenecía a su mismo rango social, pero ¿Le importaba? Absolutamente no. Algo que Harry había aprendido desde muy pequeño era seguir a lo que su alfa quisiese, aunque fuera arriesgado o incluso mortal, el vínculo entre lo animal y lo humano estaba forjado por un lazo inquebrantable en lo más profundo de su alma.

Abrió sus ojos despacio percibiendo todos los aromas de la habitación, aromas que no solían estar impregnados hasta el último rincón de esta. Adueñándose de cada pedazo de tela, objeto inanimado y lo más sorprenderte, de él. El bello chico yacía con su cabeza sobre su pecho con sus facciones completamente relajadas junto con uno de sus brazos rodeándolo casi por completo.

Dormido, con la inocencia rodeando su aura, Louis no se daba cuenta de que sin querer estaba marcando al alfa con su aroma al restregar sus mejillas en su pecho sutilmente durante toda la noche, un gesto que nació de Louis que de un momento a otro se vio con la necesidad de hacerlo.

Harry lo observó maravillado. Su cabello cobrizo rozaba su nariz causándole cosquillas, los vellos de su brazo estaban erguidos por completo mientras que su respiración era pacífica y sus pestañas tupidas caían sobre sus sonrojadas mejillas.

El príncipe podía apreciar cada uno de los detalles del rostro del omega, las sutiles pecas, los vellos rubios en su rostro, las cabellos oscuros de sus arcadas cejas, las líneas naturales que se formaban en sus labios rosados. Todo él, Harry podía ver todo de él.

Exhaló lo más despacio posible, vaciando sus pulmones para después volver a retomar aire de la misma delicada manera tratando de no despertar al menor.

Las cortinas se balanceaban con el aire, la chimenea su había apagado ya y el aroma a madera quemada junto con la esencia de Louis era la clase de loción que Harry quería llevar todos los días.

— Eres hermoso. — susurró el alfa hacia la cabeza del menor para después depositar un pequeño beso sobre sus cabellos. Una inocente sonrisa se dibujo en los labios del príncipe al ver como Louis se restregaba aún más en él después de haber escuchado su voz. Era el omega en él, caprichoso y necesitado de una atención que Harry estaba dispuesto a darle.

Unos sutiles golpes en código rompieron la bella atmósfera que tenían. Sabía que era Niall del otro lado de la puerta por la manera en la que tocó.

Harry no quería hablar, tenía el mal presentimiento de que si se movía un poco, Louis se despertaría y si Louis se despertaba significaba que se iría de sus brazos, del cálido lugar de su pecho y la suave comodidad de su cama.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2021 ⏰

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