Capitulo 6

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Hacia un calor terrible. Kyungsoo permanecía desnudo de pie en el dormitorio, mientras decidía lo que se pondría. Al fin, tomó unos pantaloncillos blancos y una camiseta roja. Odió sentir el contacto de la ropa contra su piel pegajosa.

No se molestó en usar la secadora para el cabello, y dejó sueltos sus rizos recién lavados que le llegaban al cuello, puesto que JongIn no podía verle, y a Kris no le importaría en lo más mínimo.

Por su mente cruzó el pensamiento de que un día no lejano, JongIn ya no estaría ciego. Se acercó al espejo del tocador y se preguntó si habría alguna diferencia si él lo mirara.

Todos decían que Kyungsoo tenía un cabello atractivo, grueso y negro, con rizos naturales. Lo mejor de su rostro eran los ojos, de un color gris intenso, y con pestañas largas y negras.

Frunció el ceño al observar su boca, la cual no le agradaba desde que la directora de la escuela le comentó que tenía boca de pucheros.

Decidió que era una lástima que su cuerpo fuera tan corto. Siempre pensó que necesitaba más estatura, debido a sus curvas generosas. Hizo una mueca y decidió que no lamentaba tener un trasero muy grande, pero sí demasiadas caderas.

De pronto, la dominó una sensación de depresión, y se dejó caer sobre la cama de agua. En el fondo de su corazón, sabía que no era su apariencia lo que alejaba a JongIn, pues él indicó con claridad que era demasiado joven para él. Además, Kyungsoo tenía la sensación de que JongIn todavía no se recuperaba de su rompimiento con Luhan.

Suspiró y se puso de pie. Tomó una botella de perfume que estaba encima del tocador y se perfumó. Una fragancia exótica, dejada allí por algunas de las parejas de su tío.

Cuando Kyungsoo llegó, JongIn y Kris descansaban en sillas de extensión, y bebían cerveza. De inmediato, Kris se puso de pie y le indicó que ocupara su silla, mientras iba en busca de una copa del vino blanco preferido por Kyungsoo.

—Te perfumaste —comento JongIn de pronto—. Por lo general, no usas perfume.

A Kyungsoo le molestó su brusquedad. A la mayoría de los hombres les agrada que un chico use perfume, y no criticaban ese hecho.

—Lamento que no te agrade —señaló Kyungsoo, con irritación—. ¿Me alejo más?

—¡Sería una buena idea!

—¿Qué te sucede esta noche? —lo observó antes de hacer la pregunta.

—Es el calor —se lamentó JongIn y terminó de beber la cerveza—. ¿Puedes creer que Kris quiere jugar póquer después de la cena? Le dije que sería imposible, más asegura que tú y yo podríamos colaborar. Se supone que te sentarás junto a mí, y me dirás las cartas que me tocaron.

La idea de sentarse cerca de JongIn toda la noche la hizo sentir una sensación de vacío en el estómago.

—No estoy seguro de que eso resulte —comentó Kyungsoo. Notó que JongIn fruncía el ceño, por lo que rió y añadió—: Soy buen jugador de póquer, y discutiríamos sobre las cartas a tirar.

JongIn dejó escapar un sonido de impaciencia. Kris llegó con la bebida de Kyungsoo, se la entregó y volvió a desaparecer. Kyungsoo miró a JongIn, y de manera inconsciente, su mirada se deslizó hasta los musculosos muslos. El recuerdo de lo sucedido por la tarde hizo que sintiera calor en las mejillas.

—¿En qué piensas?

Kyungsoo dio un salto ante la pregunta repentina.

—Oh... yo...

—Vamos, sé honesto.

—No creo que en realidad quieras saberlo —respondió Kyungsoo y rió. Dio un trago de vino.

Amante Renuente KAISOO (COMPLETA) Where stories live. Discover now