Capítulo 24: Charlas

28 3 0
                                    

Narra Emma

Hoy mis padres trabajaban desde casa en las oficinas que tenían para ellos. Enserio tenía que hablar con mi mamá sobre algo.

Salí de mi habitación decidida a hacerlo, pero Bobby salió de la suya y se puso delante de mi a paso rápido.

-¡Espera! ¡Tenemos que hablar!- exclamó. Estaba completamente sobresaltado.

-Ahora no, enano- contesté con molestia y me propuse a seguir mi camino, pero él, volvió a detenerme.

-¡Es serio, Emma!- volvió a casi gritar- Por favor. Es sobre...

-Bobby, no puedo, tengo que hablar con mamá- interrumpí en un tono casi de orden y empujé a mi hermano a un lado para bajar por las escaleras.

Fui hasta la oficina de mi mamá, toqué la puerta y entré directo. Ahí estaba ella sentada en su bonito escritorio escribiendo algo en la computadora. Me encantaba su oficina, era amplia con tonalidades en rosa pastel y blanco.

Ella me miró, sonrió y volvió a la computadora.

-¿Qué te trae por aquí, cariño?- preguntó.

-Solo... necesito hablarte sobre algo- respondí algo nerviosa- ¿Tienes un minuto?

-Umm...- pensó y volvió su vista hacia mí. Dudó, sé que lo hizo ¿Su hija o su trabajo?- Seguro- dijo finalmente y me invitó a sentar frente a ella.

Lo hice y suspiré.

-Es sobre... que... No creo que las cosas con Nate estén funcionando- solté y ella se sorprendió.

-¿Por qué?

-No sé... quizás, no es lo que era antes.

-Ay, estoy segura de que pueden resolverlo- le restó importancia con un ademán de mano. No la culpaba, no le estaba diciendo toda la verdad.

-No, mamá, no entiendes, yo...

-Nate y tú están destinados, tu siempre lo decías y yo siempre lo creí también- me interrupió. Me quedé en silencio un segundo- ¿Es todo? Tengo que seguir trabajando- agregó.

Forcé una sonrisa y me levanté.

-Si, gracias, mamá- dicho eso, me fui.

No sabía cómo sentirme ante esa conversación. No sé si ella directamente no quería escucharme o si realmente creía que era un problema estúpido.

Ok, me sentía mal. No importaba su razón. Y pensé, pensé en alguien que me haría sentir bien.

✨✨✨

-Hola, extraño.

Algo me decía que Dylan estaría en su techo. Y al decir mi saludo sentí un deja vu instantáneo e increíblemente real. Tanto como un recuerdo.

Él se dió vuelta algo sorprendido y sonrió.

-Hola, Em.

-¿Puedo acompañarte?

-Claro.

Salí por la ventana, caminé hasta y él y me senté a su lado. Hubo un poco de silencio, pero me gustaba. Aunque él lo rompió con una pregunta que estaba rondando por mi cabeza hasta en ese mismo momento.

-¿Creés que el amor tenga que tener futuro?

-Por supuesto- respondí, sabiendo que estaba respondiéndome algo a mi misma y que no me iba a gustar el resultado.

-Que bien. Yo también.

-Que bien. Tu también.

-Deja de repetir lo que digo- dijo divertido y solté una risa.

-"Deja de repetir lo que digo"- murmuré.

-Dylan eres muy lindo.

-"Dylan eres muy..."- me di cuenta tarde de lo que quería lograr y me detuve. Pero no, si quiere jugar, juguemos- "Dylan eres muy lindo"- repetí.

-Dylan, eres todo lo que necesito- siguió acomodándose en el techo para mirarme directamente.

-"Dylan, eres todo lo que necesito"- ¿Por qué siento que no estoy mintiendo?

-Bésame.

Mordí mi labio.

-"Bésame".

Y lo hizo, se acercó hasta juntar nuestros labios por varios segundos y se separó. No iba a dejar de copiarlo en ese momento, así que, hice lo mismo y volví a besarlo agarrándolo del cuello para que no se alejara. Lo quería cerca, lo quería así, lo quería y punto.

Después de una bastante larga sesión de besos en su techo que no pudo haberse sentido mejor, puse mi cabeza en su hombro y entrelacé su mano con la mía.

De nuevo silencio pero, esta vez, yo lo rompí.

-Si pudieras cambiar cualquier cosa en tu vida, ¿que cambiarías?

Él suspiro y pensó un segundo.

-Cambiaría mi forma de ver ciertas cosas- me separé de su hombro para mirarlo- Ya sabes... cosas que crees que están pasando cuando, en realidad, es algo completamente diferente. Siempre termino perdiendo yo- explicó- ¿Tú?- quiso saber y volví a la posición anterior.

-Dejar de hacer cosas para complacer a ciertas personas- respondí con sinceridad- Termino lastimando a otras, y a mí.

✨✨✨

Volví a casa en una nube. Creo que nunca fui más yo misma que en ese techo.

Volví a subir las escaleras, abrí la puerta de mi habitación y ahí estaba Bobby caminando de un lado a otro.

-¡¿Que haces aquí, pequeño demonio?! ¡No puedes entrar aquí! ¡¿Qué hiciste?!- estaba enojadísima.

Él se acercó a mí, cerró la puerta y me agarró de los brazos.

-Tenemos que hablar ya mismo, Emma- Otra vez con esta estupidez.

-A ver, Bobby, ¿qué pasa?- le respondí cruzándome de brazos y sabiendo que iba a decir una tontería.

-Descubrí algo raro sobre Dylan O'Brien.

Deseos desafortunados ✨ (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora