Volví a abrir los ojos, quedando nuevamente hipnotizada por él, estaba segura que no era la primera pero mucho menos la última vez que me sucede, el estar hechizada por lo perfecto que es. Subí mis manos despacio hasta su cuello, sintiendo como titubeante ponía las suyas sobre mi cintura.

- Somos adultos, podemos controlar lo que nos pasa ¿Cierto? - Murmuré algo divertida a lo que él asintió

- Cierto

Nuestras sonrisas delataban lo bobamente atraídos que nos sentíamos por el otro, así que para mi sorpresa.

Fue el quien me besó.

Se acercó suavemente hasta unir nuestros labios en un tierno beso, tan delicado como si tuviera miedo a romperme lo que provocaba una inmensa sensación en mi abdomen bajo, nos separamos de ese simple roce pero la necesidad de más ma tormentó, así que me acerqué esta vez para un beso más duradero. Moviendo nuestros labios al compás en un ritmo que para ambos es cómodo y perfecto.

Sonreí entre medio del beso separandonos un poco, una sonrisa radiante adornaba el rostro del rubio haciéndome sentir un adorable cosquilleo, volví a acercarme para unir de nuevo nuestros labios, pero un sonido lo alertó al igual que a mi el aura de... Los lobos.

- ¡Melanie! - Gritó Pietro algo alterado en el piso de abajo, nos separamos pero sin soltar nuestras manos para bajar apresuradamente

En el piso de abajo estaba el resto de la familia, pose algo a la defensiva llamando mi atención, pero los vampiros arrugaban la nariz en disgusto mientras Pietro me miraba algo paranoico.

- Dime que no hiciste nada - Me dijo mi mellizo - Porque que yo recuerde, no le robe nada a los lobos como para que pasen el tratado

- Están aquí por Jacob - Avisó Edward llamando nuestra atención - Él acaba de recuperarse de los huesos que se le habían roto cuando Billy le dijo que Isabella se fue

- Genial, ahora tenemos a un perro depresivo con una novia lejos y sin memoria - Murmuró Rosalie haciendo reír a Pietro que se ganó una mala mirada de todos, excepto de Rosalie que sonrió levemente

- Lo mejor es que yo cause eso, ni una semana aquí y ya soy indispensable en la historia - Se señaló el platinado con una sonrisa arrogante, recibiendo un golpe en la nuca de mi parte, el cobrizo rodó los ojos por el comentario mientras el resto sólo suspiraba, después de todo si tenía razón

- Ya lo arreglo - Hable caminando con Carlisle hasta la entrada - Quietos aquí - Los señale viendo que ellos nos iban a seguir

- Pero... - Iba a hablar Alice que se calló cuando le dirigí la mirada - No pongas los ojitos a brillar, das miedo - Susurró jugando con su pulsera, suspiré sonriendo un poco por la ternura pero negué con regaño

- Ya, quietos aquí - Ordenó Carlisle

Nos giramos para salir, llegando a la puerta donde pudimos observar a la manada Quileute salir en forma lobuna de entre los árboles, apreté mi agarré a la mano de Carlisle por inercia. No podía evitar pensar en el miedo que tuve a que alguno salga lastimado en la batalla, además de que ellos se habían acercado con preocupación. Los recuerdos de cuando estábamos todos juntos me atormentaban, los extrañaba demasiado.

- Bienvenidos - Sonó la voz amable del rubio en cuanto ellos se frenaron delante, me dio una mirada y yo envíe una ráfaga a los pensamientos de Sam para ver la cadena de su telepatía - ¿Qué se les ofrece?

Obviamente, los lobos no se iban a poner de acuerdo por lo que una discusión comenzó donde Jacob reclamaba una explicación, Paul se enojaba con él por eso, Jared sólo se quejaba de que había sido una ridiculez venir y el resto de la manada sólo se quejaba de lo patéticos que era.

𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇; Carlisle CullenWhere stories live. Discover now