Jungkook veía como Taehyung se movía relajadamente en la cocina, estaba preparando la cena.
El menor se sentía algo preocupado, porque a pesar de que se veía relajado, su rostro reflejaba odio, eso lo inquietaba.
El rubio volteó a mirarlo, una miraba fría y sombría
—¿Naranja o piña? – Le enseñó la jarra
—Piña – Cuando volteó nuevamente a darle la espalda, el chico hizo un puchero.
Era un tono muy seco y algo bajo, como sino quisiera hablar así que soltó un suspiró y afincó la palma de su mano en su barbilla mientras afincaba el codo de el estante
—Ya esta listo, ve a la mesa
Y todo transcurrió en silencio, mucho silencio, tanto que Jungkook quiso dejar todo en la mesa e irse, se sentía incomodo y también sentía que Taehyung lo estaba atendiendo con obligación y como el llorón que era, quería llorar e irse a su casa.
Pero una parte de él, que por lo visto era la más activa quería quedarse y resolver el problema, Taehyung era su amigo y no le gustaba estar así con él.
Observó al rubio levantarse y llevar los plato, así que el menor se levantó para tomar los vasos mientras pensaba en lo distante que estaba siento Taehyung; miró a este mismo llegar nuevamente a recoger el resto de las cosas en la mesa, pensó que tal vez se le iba a pasar al día sigue, pero cuando se percató ya tenía sostenido con una de sus mano el ante brazo de Taehyung.
Jungkook mirándolo a la cara y Taehyung mirando al frente, luego el rubio volteó lentamente para mirar el agarre que le otorgaba el castaño para luego pasar su mirada a ojos del contrario.
—¿Me odias?
Taehyung se quedó un rato mirando los ojos brillantes de Jungkook, sacó su lengua y se relamió los labios, entre abrió su boca y luego la cerró, ladeo su cabeza y soltó una risita amarga.
—Como podría odiarte – Fue lo único que dijo para luego mirar al frente y dar un paso pero, el agarre de Jungkook se intensificó.
—Has pasado todo el día con odio en su rostro ¿Por qué me evitas?
—¿Te estoy evitando?
—Me estas atendiendo, pero lo estas haciendo como una obligación, entonces no tengo que hacer nada aquí.
Dijo soltando el agarre y bajar la mirada, para luego suspirar y dar una vuelta para marcharse pero, Taehyung lo detuvo con un agarre en su antebrazo paralizándolo.
Jungkook miró de reojo el ceño fruncido que tenía el rubio, pero éste no lo miraba a la cara; el rubio lo jalo haciéndolo voltear y pegarlo a su pecho en un abrazo.
—No es una obligación, solo siento todavía la molestia de lo que paso – Jungkook se quedó quieto procesando todo, luego cuando se relajo, con lentitud le devolvió el abrazo.
—Perdón…— hundió su cabeza en el pecho de Taehyung
—Solo… — Taehyung suspiro y cerró sus ojos sintiendo el delicioso aroma de la cabellera castaña de Jungkook — Solo prométeme que serás más atento antes esas situaciones.
—Te lo prometo – Se aferró más al cuerpo contrario.
—Prométeme que no saldrás así con otros sin mi consentimiento
—E-en…
—Porque después no podre interferir
—Ah, si, te lo prometo – Jungkook asintió con su cabeza.
—Prométeme que solo yo te tocaré – Jungkook se sintió nervioso ante eso.
—Taehyung… — Ya le estaba pareciendo raro.
Taehyung no dejo que terminara de hablar cuando ya le había levantado la barbilla y mirado con esos ojos muy profundos.
—Promételo.
Literal fue una orden.
—Y-yo, te lo prometo – dijo al mirar la profundidad de sus ojos.
—Esta bien entonces, espero que cumplas tus promesas – Bajó un poco su cabeza para darle un beso en la frente y pegarlo nuevamente en su pecho.
Todavía Jungkook no entendía lo que estaba sucediendo.
—Te quedas hoy o te llevo? – Dijo separándose del menor.
—No traje ropa – dijo tomando los vasos para llevarlo a la cocina, miró al rubio y se percató de la mirada fea que le estaba dando ante lo que dijo, causándole una risita – Es que no le dije nada a mis padre, quede en salir con Yoo… — Volvió a mirar a Taehyung y ahora volvió el odio en su mirada – Pues quedé en salir con él y ahora estoy aquí, no quiero abusar con la confianza de mi padre.
—Ok… — Dijo Taehyung metiendo el jugo sobrante en el refrigerador – ¿Hasta que hora estarás aquí? Porque igual acabamos de cenar, ya son las 9:40 – dijo verificado la hora en su teléfono.
—Por eso digo que mejor me quedo.
Dijo nervioso rascándose la cabeza y con las mejillas coloradas.
Ni cuenta se dio de la hora.
Taehyung negó con su cabeza con una leve sonrisa en su rostro.
—Eres un tonto — Soltó para luego revolver su cabello con su mano y apretar su mejilla derecha – Toma, mañana temprano te llevo – Le entregó su teléfono.
—Y por fin, qué era eso que no me terminaste de contar en mi habitación? – Preguntó el menor curioso tomando un malvavisco de el bol que tenía Taehyung puesto encima de su abdomen; el rubio estaba acostado entre sus piernas mirando la Tv, estaban mirando una serie llamada “The 100”.
—Bueno eso, que mi padre esta molesto con mi madre porque quiere hacer lo imposibles para hacer que quede en mal con él, pero esta siendo muy intensa y mi padre se da cuenta.
—Oh, entiendo. Bueno ella misma se esta descubriendo.
—Eso era lo que quería, pero tampoco quiero que se separen… Quiero ser él
—¿Quién?
—El niño lindo, un rastreador profesional, bonito y rastreador
Jungkook soltó una risita ante eso
—Lo bonito ya lo tienes de sobra pero ¿para que rastreador? O sea ¿quién quiere ser rastreador? – Volvió a reír y puso un desdén antes las ocurrencias del chico.
—Yo, yo quiero ser rastreador, para qué más, para rastrearte cuando te me pierdas, te rastreo y cuando de contigo rápidamente te rapto.
Jungkook se sonrojó fuertemente y le dio un golpe en el hombro
—No mejor enciérrame… —Dijo rodando los ojos.
—Ohhhh, mejor un terrestre!! Si, yo puedo ser el negro cabeza de huevo y tú la tipa rebelde.
—Estas viendo la serie y no te sabes los nombres — Dijo rodando los ojos y negando con su cabeza
—Tú me entiendes.
JungKook soltó una carcajada por las ocurrencias del rubio, lo observó mirando la serie muy concentrado. Como le tenía aprecio a ese ser.
Sonrió y se dispuso a ver la serie
