Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

꧁Veintiseis꧂

Asiento despacio y me levanto para ir hacia el balcón abriendo este, encontrando una hermosa vista y un acogedor clima. Al instante como si fuera de sopetón recordé el concurso de pintura para el cual me estaba preparando. Y el cual me ayudaría a ganar una beca para la universidad.

—Mierda —me golpeo una y otra vez en la frente.

—¿Que ocurre? —Joy viene enseguida hacia mi preocupada.

—Estoy en un concurso que me ayudará a ganar una beca para la Universidad de Artes y con todo esto lo había olvidado por completo —respondo y me dirijo a mi maleta que prácticamente estaba intacta.

La tomo poniéndola sobre el suelo y la abro sacando algunas cosas que había traído. Aunque obviamente todo esto no me alcanzaba.

—Aghh —bufé.

—¿Para cuando es el concurso? —me pregunta Joy.

—Para dentro de un mes —respondo.

—Pero aún falta... —ella me mira sin entender.

—Sí. Pero los días pasan y pasan —suspiré.

A pesar de que el salir de el evento me haría ganar dinero (posiblemente que me alcanzaría para la beca), yo aún así quería participar en el concurso porque siempre es bueno probar tus capacidades y esforzarte para todo.

—Debería llamar a mi hermano —dije buscando mi celular.

—¿Tienes hermano? —Joy me miró boquiabierta.

—Mhm —sonrío una vez que tengo el celular en mis manos—. Se llama TaeHyung.

—¿Puedo verlo? —intriga curiosa.

—Obvio. Pero no te enamores —la señalo y ella ríe divertida negando.

Antes entro a la galería y busco alguna foto de Taehyung. Era imposible decir "una donde salga bien", porque en todas el salía bien.

—Es él —le muestro la foto.

Ella abre su boca.

—Te dije que no te enamoraras —reí.

—Es muy lindo.

—Lo sé~ —canturree entonces buscando el contacto de Tae para llamarlo.

—Deberías enviarme su número —dice haciendo un puchero.

—Tendrás que pasar por mi radar para ver si puedes ser novia de mi hermano —digo como diva y ella me mira ofendida para luego reirnos.

Salgo al balcón y pongo el celular en mi oreja mientras este suena llamando a mi hermano.

—¡Taeeun que bueno que llamas!. Yo iba a hacerlo justo ahora —dice emocionado.

—¿Que pasa? —pregunto.

—No te lo vas a creer pero adopté un cachorro —dice feliz.

Abrí mi boca emocionada —¿En serio? ¡Manda foto!

Me alejo el celular y a los segundos me llega una foto del cachorro que al parecer mi hermano había adoptado.

Lancé un gritito —¿Es él? ¡Es una ternura! —exclamo ya encariñada.

—Sí. Lo es —asiente él emocionado—. Lo adopte porque estaba enfermo. Lo voy a cuidar como su padre.

—Ay. Me da tanto dolor no estar ahí para jugar con él. En serio es hermoso.

—No te preocupes. Le enseño fotos tuyas para que conozca a la tía —no puedo evitar reírme por sus ocurrencias.

—No eres fácil —niego divertida.

El rió —Bueno...me llamaste por algo ¿no? ¿O fue telepatía?.

Negué aunque no pudiese verme —La verdad es que necesito tu ayuda.

—¿Que ocurre? —pregunta.

—Se me había olvidado por completo el concurso —suspiré—. Traje algunas cosas pero no me es suficiente. Y aunque falta un mes, quiero empezar ya.

—¿Aun no saldrás de ese evento? —indaga.

—Harán una eliminación dentro de dos días —le cuento—. Se deben ir cuatro chicas. Espero estar ahí.

—¿Tu crees?.

—No lo se —y en el fondo presentia que no me iba a ir.

Dos razones: porque le gusto al príncipe Eunwoo. Y segundo por aquello que me había dicho el príncipe Jungkook.

—Y no trates de salir del evento. Porque si diez mil veces lo intentas, diez mil veces yo voto por ti y te quedas.

—¿Eun? —salgo de mis pensamientos cuando Tae habla por la llamada.

—¿Puedes ayudarme? —le pregunto entonces.

—¿Quieres que vaya a Jejú y te lleve todo lo que necesitas? —cuestiona él.

—Si puedes te lo agradecería mucho... —pido.

—La verdad no puedo Eun. Estoy ocupado con el trabajo —hace una pausa—. Pero hagamos una cosa, yo voy a transferirte dinero.

—No, no. No es necesario-

—No te preocupes. Yo te transferiré dinero y haz un día y ve a alguna tienda central en Jejú donde vendan todo lo que necesites. No te preocupes.

—Pero-

—Haz eso. Será más rápido y mejor. A parte, ya todo lo que tienes lleva tiempo y creo que necesitas cosas nuevas. Así que hagamos eso ¿ok?.

Suspiré y asentí —Esta bien —dije—. Muchas gracias Tete.

—De nada Eun. Voy a transferir el dinero ahora mismo. Vas y lo sacas y compras todo lo que te haga falta. ¿Okay?

—Vale. Gracias en serio...

—De nada —repite—. Te quiero.

—Igual —sonreí y colgué.