Príncipes del 97 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

꧁Uno꧂

                     TaeEun;

—Dicen que las chicas que escojan tendrán que irse hacia el Palacio Central en Jeju —miré a Jennie.

Arquee una ceja —¿Y por qué?.

—Pues se trata de convivir con los príncipes —ella se encogió de hombros—, y eso conlleva a vivir con ellos.

—Iugh —hice una mueca.

—No se te ve emocionada como las demás chicas —dice ella riendo divertida.

—Aquí donde me ves estoy rezando para que no me llegue ni una sola carta. Aunque siendo sincera me siento feliz porque se que eso no va a pasar. Ni en mil años voy a ese evento.

Jennie rió divertida —Eres la primera que dice algo así. Todas están emocionadas por eso. Sobre todo  por estar cerca del príncipe Jeon Jungkook.

—El hijo del Rey Jeon ¿no?. Nunca lo he visto por cierto —me encogí de hombros restándole importancia.

—Te lo enseño entonces —ella sacó su tableta y tecleó algunas cosas y a los segundos acercó el dispositivo hacia mi.

Un chico alto, de un metro largo con ochenta, con el pelo bien oscuro y largo, vestido muy casualmente, saliendo de un gimnasio al parecer, se mostraba en la pantalla del tablet. Usaba una sudadera gris ancha pero que aun así definía su figura, un pantalón gris a juego y unas zapatillas blancas.

—Te presento al príncipe Jeon Jungkook —dice mi amiga.

Lo detallé e hice una mueca —Es....bonito –le resté importancia.

—¿Solo bonito?. Este hombre es un Dios —me mira indignada.

—Dios el del cielo —reí y me levanté para votar un envoltorio del dulce que iba a comenzar a comer.

—Graciosa —rió ella.

Sonreí divertida —En fin. Mientras no me escojan yo estaré bien. Es todo.

Dejé mi bolso encima de la cama y decidí cambiarme de ropa por algo más comodo. Me senté frente a mi mesita de estudio. Estaba preparandome para un concurso de arte al cual quería asistir. Aun faltaba demasiado pero yo queria que todo saliera bien así que me estaba esforzando.

La puerta de mi cuarto fue tocada e indiqué "un pase" mientras habría mi laptop.

—Hola Eun —sonríe Tae abriendo la puerta y entrando a mi cuarto.

—Hola oppa —le sonreí.

El besó mi frente y se sentó en la silla de mi lado.

—¿Llegaste hace mucho? —preguntó.

—Más o menos. ¿Y a ti? ¿Como te fue en el trabajo?.

—Estoy cansado pero bien. Deberías darte una ducha y bajar a comer. Mamá ya terminó la cena.

—Okay. Solo quiero revisar algunas cosas para el concurso.

El apoyó su brazo encima de la mesita dejando su mejilla reposar en la palma de su mano.

—¿Tanto quieres entrar a la Universidad de Artes?.

Este concurso al que asistiría me permitiría una beca para la Universidad de Artes. Por eso me esforzaba y quería que todo resultara de la mejor forma posible. Miré a mi hermano y arrugué mi nariz asintiendo. Él sonrió un poco y agitó mi cabello.

—No te demores y baja. —Besó mi frente antes de salir por completo de mi cuarto.

Hoy era mi día libre y decidí ir a la ciudad para comprar algunos elementos necesarios para pintar.