Modern family

El Prescott

—Sigue mi regalo—. Mencioné con emoción y le dí la pequeña caja a Alex.

—Otra vela, me encanta Angie—.

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—Mi nueva compañía me aloja en el Prescott, una residencia de lujo llena de comodidades. Admito que es un poco incómodo estar en un estilo de vida tan desmesurado. ¡Con cuidado Marta!—. Alex le gritó a la mujer que le hacía un masaje en los pies.

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—En verdad agradezco que estén aquí pero es hora de que se vayan—. La chica de lentes nos señaló.

—Pero ni siquiera abriste la vela que Cam y yo te compramos—. Mitchell se quejó.

—Y no pudimos recorrer el edificio, este lugar tiene todo. Un campo de tiro con arco, ¿un tanque de tiburones?—. Phil preguntó emocionado mientras leía información sobre el Prescott.

—Lo siento, tengo un proyecto muy grande por terminar—.

—No te preocupes hija, podemos recorrerlo solos—. Claire agregó con emoción.

—De hecho no pueden. Hay una estricta política contra huéspedes sin compañía, si no la respeto me echarán. Le diré al valley que traiga sus autos—. Alex tomó una tablet y se sentó sin mover un dedo.

—¿Puedes hacer eso desde aquí?—. Mitch preguntó con curiosidad.

—Si, todo aquí es automático, solo se necesita el ID—. Ella mencionó e ingresó su ID en la tablet, por suerte logré verla y choqué los puños con Luke y Manny, el trabajo estaba listo.

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—¿Qué tipo de bolso de gimnasio es ese?—. Luke le preguntó a Manny.

—Es un bolso Satchel, ignorante—.

—Que desagradable eres últimamente—. Le mencioné a Manny ante su agresiva respuesta.

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—¿Cómo no iba a estarlo? El pobre hombre no había tenido sexo en meses. De por sí cuando él y Sherry dormían en la misma habitación, él único ruido que se escuchaba por las noches era de ellos moviendo los muebles—. Rodeé los ojos ante aquel recuerdo.

—Por suerte, el Prescott tiene una clase aeróbica de los años ochenta, la cual estará llena de mujeres adultas y solteras para él—. Luke sonrió siendo parte del plan.

—Las mujeres de 40 son una gran opción para mí primo, se ven geniales pero sus estándares bajaron—.

—Y luego de que el plan “ consíguele una vieja a Manny" funcione, nosotros disfrutaremos de las maravillas que nos puede dar el ID de Alex—. Luke pasó su brazos por mis hombros y se acomodó en aquel sillón.

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—¿Viste a esas dos chicas en el fondo?—. Luke le preguntó a Manny, la clase había terminado.

—Una chica rubia y una morena se fijaban en tí—. Le guiñé el ojo tratando de que Manny se animara a ir por ellas.

—¿Pueden culparla? Nadie baila “Caribbean Queen" como yo—.

—Usted es justo al que estaba buscando. Cierta pareja pidió que fuera a la bolera—. Un hombre con lentes que al parecer trabaja en el Prescott se le acercó a Manny.

—¿Una persona rubia y una morena?—.

—Si, y parecían ansiosos por comenzar—. El hombre se retiró dejándonos solos nuevamente.

—¿En la bolera? Esas chicas están locas—. Luke mencionó y Manny y yo reímos, hoy mi primo conseguiría estar de buenas.

Cuando llegamos a la bolera y estábamos listos para dejar a Manny con sus cuarentonas e irnos, me encontré a Alex la cual venía en nuestra dirección.

—Oigan, Alex está aquí—. Les susurré llamando su atención.

—Si nos ve nos va a echar—. Luke me respondió.

—¿Disculpe?—. Manny llamó a la recepción de la bolera y la persona que nos atendió fue el hombre de hace unos minutos.

—¿Cómo se mueve tan rápido?—. Le pregunté a Luke.

—Yo conozco a alguien que también—.

—No sigas, Luke—.

—Si esa persona rubia y esa morena vienen por aquí, dígales que nos vea en los jacuzzis—. Manny señaló.

—Claro, para el calentamiento antes del ejercicio—.

Subimos a la azotea en dónde se encontraban los jacuzzis y esperamos en una tienda a que las citas de Manny llegaran, aunque ya habían tardado mucho.

—Aún no hay señal de las damas—. Mencionó Luke después de buscarlas.

—Quizás están en otra tienda—. Pronunció Manny y al abrir la cortina de la tienda de al lado se encontró a una mujer de cabellera negra.

—¿Y bien?—.

—La morena está aquí—.

—Entonces ve y espera a la rubia—. Le hablé con obviedad.

Manny volvió a abrir la cortina para irse pero se detuvo y volvió con nosotros.

—Ahora solo está la rubia—.

—¿Es una broma?—. Hablé y eché un vistazo a aquella mujer, la cual ya no estaba.

—¿Qué ocurre?—. Luke me preguntó al notar mi cara de confusión.

—Las dos se fueron—.

—Saben que, entraré al jacuzzi y las esperaré. Ustedes pueden irse—. Manny nos pidió.

—Bien—.

—Lo digo en serio, no se queden aquí por pena a qué me dejen plantado. Vayan y diviértanse—.

—Okay—.

—Adiós Manny—.

Luke y yo pasamos a la tienda que estaba al lado, entramos al jacuzzi y disfrutamos de la compañía mutua.

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—Y con disfrutar, se refiere a que nosotros somos lo opuesto a Manny—. Mencionó Luke con una sonrisa traviesa.

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—Aquí tengo algunos “cargos adicionales" de ayer—. Alex nos tenía a todos reunidos en la sala de sus casa, estábamos a punto de ser regañados.

—$200 por conseguir sugar babies—.

—Lo siento—. Dijo Jay.

—Ocho sandwiches y un agua de coco—.

—¿Me cobró por eso?—. Phil preguntó con confusión.

—$300 dólares por un rescate de tobogán—.

—Me daba miedo—. Mi tía admitió con vergüenza.

—Multa de $40 por no limpiar la bicicleta fija—.

—Apenas sudo—. Mitchell se quejó.

—Estás sudando ahora—. Su hermana se burló de él.

—Y $20 dólares por un paquete de condones con servicio a los jacuzzis—. Exclamó Alex y nos miró a todos con asco.

—Oh por dios, no creo que ninguno de nosotros haya pedido eso—. Claire habló con disgusto.

—Oh si, fuimos Angie y yo—. Luke admitió sin pena alguna.