Modern family

Confesión

🔸season 8🔸

Hace unos cuantos días Jay, Manny, Joe, mi tía y yo habíamos viajado a Juarez para la boda de una prima. Fue un viaje genial porque llegamos a México antes de la fiesta, así que tuvimos tiempo para pasear y volver a mi tierra querida la cual extrañaba demasiado.

Andrea

¿Entonces estás
aquí en México?

Si, llegué hace unos días.

Quisiera verte, pero estoy
castigada.

:(

¿Cómo te va con tu
sexy novio gringo?

Estoy muy feliz, aunque
nadie sabe aún.

¿Cómo qué nadie sabe?

Hemos estado ocupados
cómo para hablar de eso.

Dejé de escribirle a una vieja amiga de mi escuela en México cuando por fin llegamos a la fiesta. Hoy era un perfecto día para usar un vestido corto floreado y reírme de Jay, Joe y Manny por sus trajes de charros, se veían muy bien pero lo divertido era ver cómo les picaba.

—Esto me da calor—. Reprochó mi primo ante su traje.

—Hay un clima agradable—. Mencioné sonriente.

—Porque tú no fuiste obligada a traer un traje negro a una fiesta al medio día—.

—Basta, se ven todos muy guapos—. Mi tía nos comentó.

—Nos parecemos a los 3 amigos—. Dijo Jay.

—¿No es lindo? La tercera boda de Marisol—. Comenté felizmente, mi tío mostró una expresión confundida.

—¿Ella tiene tu segundo nombre?—. Manny me preguntó.

—No, ella es mayor así que prácticamente yo tengo su nombre—. Le aclaré.

—Oh es cierto, ella debe ser mucho mayor para su tercera boda—.

—Tiene 19, es solo dos años mayor que ella—. Afirmó mi tía y Jay y Manny nos miraron con los ojos abiertos, quizás por el hecho de que era su tercera boda.

—Que bueno que terminaron ese túnel a tiempo para que el padre de Marisol viniera—. Comenté y mi tía asintió emocionada.

—¡Jay deja el teléfono, te estás perdiendo todo!—. Mi tía lo regañó.

—Estoy tratando de reservar esas salchichas para el día del padre—.

—Mira, ahí está la tía Sonia—. La saludé desde lejos emocionada. Sinceramente estaba más feliz de lo normal, no todos los días vuelves a tu país favorito.

—¡La diabla! Manny ven a bailar conmigo—.Mi tía tomó a su hijo y caminaron hasta la pista.

—Hola Angie, hola Jay—. La tía Sonia se acercó amablemente a saludar, jamás me llevé mal con ella pero tampoco teníamos una relación como la de mi tía Gloria y yo.