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Una pelirroja incosiente era revisada por un doctor de la familia real.

— Efectivamente, Lady Roux está embarazada — dijo mientras se acercaba al Rey William.

— ¿No es riesgoso? Ella siempre careció de buena salud — preguntó con preocupación el Gardien.

— Me temo decir que ella podría morir al apenas dar luz, incluso el bebé podría fallecer si se complica el parto — le informó sin darse cuenta que la joven abría levemente sus ojos.

El Rey asintió levemente entendiendo las cosas, él solo podría luchar por la vida de una persona a la vez, no podría proteger la vida de su cuñada y sobrino, al menos no al mismo tiempo, había quedado muy débil desde la batalla que tuvo con su hermano como para intentar darles energía vital a la vez.

— No le dirás de esto a nadie, ¿Entendido? — ordenó el pelinegro, el médico asintió para después hacer una reverencia e irse.

— William... — llamó en un susurro la joven pelirroja.

— ¿Roux? Dime, ¿Necesitas algo? — le preguntó mientras se acercaba a ella, esta asintió.

— Necesito que me prometas algo — respondió — necesito que me prometas que si todo se complica la vida por la cual lucharas será la de mi bebé, él no tiene la culpa de nada, quiero que viva y tenga una buena vida — pidió con lágrimas en los ojos mientras posaba sus manos en su vientre.

William la miró con tristeza pero asintió, cuidaría con su vida al pequeño ser que vendría al mundo, si era necesario lo criaría como a un hijo, incluso le daría el título de príncipe.

— ¿Me permites? — le preguntó mientras señalaba el estómago de la mujer, esta asintió mientras dejaba que él lo tocara con libertad.

Cuando las manos del rey hicieron contacto con el vientre de la menor sus ojos se iluminaron de un dorado intenso.

"La reina Leah sostenía en su brazos a una pequeña bebé de cabellos rojos.

— Se parece a tu hermana — dijo el Rey mientras se asomaba a ver a la bebé.

— ¡Quiero verla! — exclamó un pequeño Levi de cinco años mientras se acercaba corriendo.

— Guarda silencio, hijo, está durmiendo — le dijo la Reina mientras se inclinaba para que el niño viera a la bebé.

En eso, la pequeña abre los ojos dejando ver sus lindos orbes verdes, orbes que hipnotizaron a los tres, cabello rojizo y ojos verdes, perfecta combinación para esa criatura"

William alejó sus manos y sonrió encantado.

— Será una linda niña

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Actualmente...

Athenea caminaba de un lado a otro mientras pensaba en que hacer, ir a golpear a Sovieshu era una idea tentadora más no era la correcta.

"Y lo peor es que no puedo comunicarme con Enzo" maldijo la pelirroja mientras se dejaba caer en un sillón.

— Su alteza, ¿Que hará? — le preguntó Tiana a la pelirroja pues mentiría si dijera que no estaba preocupada por su amigo.

— Por el momento no puedo hacer nada, no se dónde está Enzo así que no me puedo comunicar con él, pero lo conozco muy bien como para saber que sabrá cuidarse — respondió mientras llevaba una mano a su frente.