En 2016, Zalgo y Leviathan están listos pará volver la tierra un infierno por separado y sus mejores lacayos pelearán entre si.
Una misteriosa caja musical junto a una profecía no tan positiva se revelara
Tal vez los héroes antiguos no puedan salvar...
Laughing Jack se incorporó sobre si mismo después de caer de cara contra el piso, caer al piso de 3 metros no lo mataría pero si que dolía . Volteó su mirada hacia arriba, levantó su mano e hizo una seña con el dedo de enmedio en dirección de dónde antes estaba la puerta mágica.
- Juro que cuando te vuelva a ver te asesinare de la peor forma posible amigo- juro el descolorido payaso con ira.
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Estaba muy molesto, ¿como mierda se atrevía ese pendejo a invitarlo a un circo psicopatico como anfitrión para que antes de la función lo echara a un lugar aburrido enmedio de la nada?
Simplemente era algo molesto, sin embargo no era tan malo, al menos se podría divertir un poco torturando a aquel desafortunado que le pondrían enfrente para luchar.
Nada o nadie lo podia herir, era prácticamente un fantasma entre personas, capaz de volver fantasías en realidad de los niños, un ser intangible con capacidades de levantar objetos o herir a los de más con sus largas garras negras.
El descolorido payaso camino por varios metros en la acera, al parecer la carretera no parecía tener un final tan claro, por el paisaje podría decir que estaba en una pequeña ciudad o pueblo, nada inusual llamaba su atención a excepción de un enorme recinto abandonado a lo lejos con un enorme letrero de un niño pelirrojo sonriente con un overol azul, que se encontraba grafiteado con pintura roja que simulaba ser sangré saliendo de sus ojos.
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-¿Sangre en los ojos? Que original- proclamo con sarcasmo el payaso
El intangible decidió entrar a aquella gran fortaleza, algo dentro de el lo mandaba a entrar, la entrada estaba rota con varios vidrios rotos y con unas camionetas viejas hurtadas con las llantas pinchadas, no era raro puesto que el lugar ya llevaba más de 10 años abandonado. Los pasillos eran viejos y estaban desgastados, la pintura se había desprendido de ciertos lugares e incluso ratas corrían libres por los pasillos.
Jack continuo con su recorrido por aquel tétrico lugar, nada parecía estar mal o raro, de hecho el sitio ya le empezaba a aburrir a Jack, no había nada de diversión o que hacer, excepto tal vez encontrar las instalaciones eléctricas y encenderla para intentar machacar muñecos y hacerlos explotar con el plástico que de seguro sobró en las grandes máquinas del sitio.
