Deseo Prohibido [En Edición]

📌 Capitulo 20 📌

Jack

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto

Ella me mira y niega con la cabeza sonriendo.

— Te dije que nos volveriamos a ver, y yo cumplo lo que prometo — da un paso hacia nosotros

Yo ruedo los ojos por lo ridículo que se escucho y miro a Elena que no había hablado nada desde que Sam mencionó nuestra relación.

— ¿De dónde se conocen? — le pregunta a Elena

Ella me mira y yo aprieto mis labios, me hacerco a Sam qie tiembla cuando estoy demasiado cerca.

— No te quiero volver a ver — digo con los dientes apretados

Tomo de la mano a Elena y caminamos hacia el coche, le abro la puerta y ella entra, me subo del otro lado y cuando arrancó me doy cuenta que nos mira, esta cruzada de brazos con una sonrisa en los labios.

Le pregunto a Elena si la llevo a su casa y ella niega, decido llevarla a la mía, el camino ea algo tenso, mis nudillos están blancos completamente por la presión que hago en el volante.

Desde que la vi en la puerta de mi casa le deje muy en claro que no quería que me buscará, sabía que era demasiado terca y me siguió hasta mi trabajo, lo que aún no entiendo es de donde conoce a Elena.

Tuve una relación con Sam por cinco años, nos conocimos en la universidad, no pude resistirme a su belleza, tiene una cara muy fina y su cabello rojizo fue la mejor arma y ella lo supo. Estaba tan decidido que quería compartir con ella mi vida, justo una semana antes de casarnos le quería dar una sorpresa y llegué antes a nuestro departamento.

La sorpresa me la lleve yo.

Su cara de arrepentimiento fue lo más falso que e visto, se justificó de una y mil maneras, que se había confundido, la corrí del departamento y tire todo a la basura, queme las sábanas donde la vi con él.

Llegamos a casa y ella entra, Malcom no está así que tenemos privacidad.

— ¿Quieres algo de tomar? — le ofrezco

— Por favor — asiente

Me dirijo a la cocina y tomo un vaso, ella lo bebe pero se queda callada, ni siquiera dice nada sobre el mandil que esta en la estufa.

— ¿Estas bien? — me pregunta

La miró frunciendo el ceño.

— Si — me encojo de hombros

— ¿Tu estas bien? — le pregunto

— Claro, solo que fue extraño... — me mira

— ¿De dónde conoces a Sam? — le pregunto

— Se mudo en la casa de enfrente y su mamá se lleva bien con la mía — rueda los ojos —, es un fastidio, su voz chillona me lastima los oídos — deja el vaso

Suelto uno pequeña risa aliviado por saber que no está enojada.

Me acerco a ella poco a poco y cuando estoy enfrente abro sus piernas y me pongo entre ellas, le rodeo la cintura.

— ¿Todo bien? — pregunto

Ella se acerca a mi y me da un corto beso para después asentir con una sonrisa, yo vuelvo a besarla esta vez más fuerte, acarició su cintura y luego sus muslos, me facilita demasiado que tenga falda así que la levanto y toco sobre sus bragas, ella se separa jadeando y cierra los ojos.

Beso su cuello llenándome de su olor a frutas, ella acaricia mi cabello, con su rodilla me acaricia sobre el pantalón a lo que yo gimo.

— Jack — dice