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Las clases eran divertidas –así lo pensaba Athanasio– y todo se debía a Betsabé, su talento para poder explicar un tema y hacerlo tan interesante la ah llevado a tener enormes reconocimientos en su anterior vida. Podía darse cuenta que estaba haciendo un trabajo perfecto porque tenía toda la atención del príncipe en ella y en sus palabras.

—De acuerdo— cerró el libro que anteriormente tenía abierto para tomar otro más de la mesa —, ¿qué te parece si iniciamos con un tema nuevo?

—¡Sí!— accedió el más pequeño.

—Tu entusiasma me hace tan feliz.— alegó acariciando la mejilla rosada del más pequeño —Pon mucha atención al siguiente tema, Athy, porque tratará respecto de la valoración a los atributos de tus ciudadanos.

—¡Señora!— llegó con prisa una joven sirvienta. Su expresión alterada puso a la reina de Obelia muy nerviosa —¡Mi señora, disculpeme por interrumpir de esta forma sus clases!

—Por Dios, ¿qué es esta forma de llegar así?— preguntó —Debe de tratarse de un tema serio, ¿qué sucedió?

—¡Es la Emperatriz!— contestó con prisa —¡Ella viene en camino, su carruaje entró al palacio de la Reina y pronto estará aquí!

—¿La Emperatriz?— no solo Betsabé demostró estar verdaderamente preocupada por la llegada de esa mujer, el pequeño príncipe demostró un temblor en todo su cuerpo que se debía a los nervios y también al miedo.

—¡Betsabé! —gritó la emperatriz ocasionando que las paredes del palacio Garnet llegaran a formar eco en ellas siendo oía en diferentes partes del lugar.

La reina tembló ligeramente. Nunca se había enfrentado a situaciones de esté modo y era verdaderamente aterrador.
Ordenó que el joven príncipe subiera a la segunda planta del palacio, que estuviera al lado de su joven hermanito hasta que ella pudiera resolver este problema.

—¡Donde está él!— demandó en saber la pelirroja. No solo su cabello tendría el color rojo, sino que también su cara en poco tiempo estaría teñida de rojo por culpa de la ira.

La tenía en frente de ella. Bramando como si de un perro con rabia se tratara. Sus ojos estallarían (eso es lo que parecía)

Intentaba mostrarse calmada, no demostrarle que estaba verdaderamente asustada.

—¿De qué está hablando, majestad?— preguntó con intenciones de poder despistarla.

—¡No te hagas la idiota! —volvió a gritar con todas sus fuerzas.

❝𝐁𝐄𝐓𝐒𝐀𝐁𝐄 ────𝘄𝗵𝗼 𝗺𝗮𝗱𝗲 𝗺𝗲 𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀?✓Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz