Verdades y encuentros

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Al día siguiente

Hogar de Rias

Una notable cabellera escarlata destacaba desde las amplias miradas de los pocos transeúntes que estaban por las calles.

Cierto Maou pelirrojo vestido con un traje empresarial negro con corbata verde acompañado por su leal y comprensiva esposa estaban parados frente a la puerta de la residencia de su hermanita menor.

El mayor pelirrojo disponía a tocar la puerta para llamar a su residente, pero apenas toco la puerta de madera está se abrió sin la menor oposición.

Sirzechs: *Suspiro* Ni viviendo sola se le quita lo cabeza dura.

Más en broma que en ofensa se expresó el mayor, la Maid a su lado asintió aunque no del todo convencida.

Los cambios demostrados en la personalidad de la pelirroja hace semanas atrás habían dejado en claro que la confianza y la estabilidad de la mujer eran más de lo que antes alguien en la familia había visto.

La pareja entro a los aposentos de la segunda hija del matrimonio Gremory, encontrándose con una mínima cantidad de pertenencias en el lugar.

Sillones de segunda mano, una televisión pequeña, una cocina.

El espacio era vaya que amplio, pero las pocas cosas que estaban en la casa eran los detalles más impresionantes.

Grayfia no necesito ni siquiera ver en los interiores de las alacenas cerca de la cocina o de abrir el refrigerador. El ligero curva miento de la madera le daba la respuesta acerca de la cantidad de alimentos que Rias tenía guardado.

Sirzechs: Sí que ha sabido bien cómo sobrevivir aun sin la fortuna de la familia.- Admite el mayor.

Grayfia: Rias-sama ha cambiado mucho en estos meses, ya no parece la misma mujer de antes.

Sirzechs tuvo que concordar con su esposa. Rias no había actuado igual que hace pocos meses atrás, ella había sorprendido tanto a sus padres como a él con su actitud y sus nuevas capacidades.

Algunos sirvientes habían murmurado con suma frecuencia acerca del cómo había observado a la menor pelirroja entrenando en sus habitaciones privadas o saliendo a correr a toda velocidad alrededor de gran parte del territorio familiar.

Mirando por la sala Sirzechs vio muy pocos recuadros que adornasen las paredes o los pocos muebles de la casa. Grayfia pasó a su lado y observo con cuidado.

Sirzechs: ¿Algo interesante Grayfia?

Observando una vieja foto donde estaban sus padres, un joven Zirches y una infantil Rias, pregunta el hombre.

Grayfia: Nada Sirzechs.- Responde.- Solo que Rias-sama ha sabido cuidar bien de esta casa.

Sirzechs asiente y busca dirigirse hacia la habitación de Rias. Y mientras él se va, Grayfia espera hasta que ya no se vislumbra al pelirrojo. Se agacha para tomar algo por debajo del sillón...

Grayfia: (Por favor que no haya hecho una locura...)- Piensa la mujer.

Lo que tenía en manos era ropa interior masculina. Con todas sus fuerzas Grayfia esperaba que la Ojou-sama no hubiera hecho...

Su cuerpo reacciono por instinto cuando sintió el repentino brote de poder emanando desde su marido. Creo una barrera que contuviese aquel brote de energía. Yendo por el pasillo mientras lanzaba la ropa hacia el sillón, la mujer vio lo siguiente:

El Maou pellirrojo estaba parado frente a la habitación de Rias, su mirada emanando furia desmedida, un aura densa de poder destructivo lo rodeaba.

Los Guardianes De La EsperanzaWhere stories live. Discover now