12 | Llegó la hora del perreo

Start from the beginning
                                    

—No, no, para nada —niega Cameron amablemente—. ¿Qué tal todo Parker?

—Súper. Las prácticas de natación me tienen muerto, pero todo bien.

—Uf, las prácticas. Estos días el entrenador se ha puesto demasiado pesado.

—Sí. Como si estuviera enfadado y se desquitara con nosotros.

—Exactamente.

Los dos se llevan bien ya que practican natación juntos.

—¿Y tú Demien?

—¿Qué cosa?

—¿Qué tal todo? —me pregunta el chico.

—De maravilla —respondo sonriente—. Todo ha ido bien la verdad.

—Me alegro mucho.

—Gracias.

—¿Irán a la fiesta esta noche? —nos pregunta al pelirrojo y a mí.

—Claro que van a ir —menciona Sally colocando de golpe su café en la mesa.

Parker se ríe por aquella acción.

—Sí, vamos a ir. Bueno si Demien quiere.

—Ye te dije que sí, Zanahoria.

—Que Demien quiera ir a una fiesta es todo un milagro. ¿Qué le das a mi amigo eh pelos rojos? —inquiere mi amiga con sarcasmo.

Zanahoria suelta una fuerte carcajada.

—Ya sabes, mis dotes de coqueteo —menciona él guiñando un ojo, siguiéndole el juego del sarcasmo.

Sally hace una bulla coqueta seguido de un par de carcajadas.

—Tonta —le espeto a mi amiga cuando las risas cesan.

—Pero así me amas, guapi —me responde sacándome la lengua.

Y tiene razón, la amo con toda mi alma.

***

—Eso ni en broma. Guacala —niega mi mejor amiga con una expresión de asco.

Ruedo los ojos y procedo a quitarme el sexto conjunto. Nada la convence.

—Creo que debería dejar de preguntarte que llevarme. Nunca te agrada nada de lo que me pongo.

—Es que tienes gustos raritos —dice. Yo hago una expresión de ofensa.

—¿Qué me puedo poner si tan buena gurú de la moda te sientes? —le cuestiono.

—Estaba esperando a que me lo preguntaras —menciona con orgullo.

Se levanta de la cama y comienza a rebuscar entre mi closet.

—Ya cree algunos conjuntos muy buenos mientras te probabas... eso —señala la ropa tirada en el suelo con repulsión.

—Me pudiste haber dicho desde antes y así no perdía mi tiempo, Sally.

—Tenía esperanzas de que tuvieras buenas opciones.

Planeo una respuesta ante eso, pero mejor decido guardármelo y ver que es lo que va a sacar del armario.

—Pruébate esto —indica lanzándome un conjunto.

—Vale —digo sin mucho ánimo.

Me coloco la playera que es de color amarilla con el dibujo de tres girasoles. Encima me pongo mi overol de mezclilla. Demonios, me gusta como se ve.

Sally me analiza y se levanta de la cama, posiciona su mano en uno de los tirantes y lo desata, dejando solo uno bien colocado.

—Así está mejor —sonríe con orgullo—. ¡Te ves fabuloso! ¿Cómo te sientes? Si no estás cómodo podemos buscarte algo más.

Hablar a la lunaWhere stories live. Discover now