Capítulo 4

17 0 0
                                    

A la mañana siguiente Ayla despertó con un terrible dolor de cabeza, no sabía por qué la resaca le había pegado tanto en esa ocasión, tal vez ya no estaba para tomar de esa manera.

No recordaba casi nada de lo que había pasado después de la cena, solo que estuvo con Charlie a las orillas del lago congelado, esperaba no haber hecho ninguna tonteria de la que se arrepentiría por los próximos 10 años.

—Hola, buenos días— la sorprendió Charlie a unos pocos metros de su cabaña —¿Estás bien? —el chico de escuchaba realmente preocupado, ay mierda, su dignidad ya debía de estar más perdida que Atlantis.

—Si, solo me duele la cabeza y ay... Había olvidado lo que era una resaca así

—Lo imaginé, ten, bebe esto— le tendió una taza metálica de la que salía un delicioso y dulce aroma —Mi madre hizo ponche para todos, te va a ayudar

—Que delicia, gracias— abrazó al chico y después tomó la taza

—Por cierto, ¿recuerdas... Algo de lo que pasó anoche?

—Si pasé por alguna vergüenza dímelo antes de ver a todo el mundo por favor

—¿Entonces eso es un no?

—Solo recuerdo que estábamos a la orilla del lago, de ahí en fuera todo es borroso y confuso

Charlie dudaba de si era buena idea preguntarle al respecto de su conversación, tal vez era algo que su mente inventó en el momento

—¿Quién es Gianna? —decidió ir por una pregunta que a su parecer, no era muy reveladora

La chica abrió los ojos de par en par

—Oh... Con que eso fue lo que pasó anoche...

—No, bueno... Mencionaste su nombre y dijiste otras cosas que... No tenían mucho sentido

—¿Alguien más escuchó de eso?— el chico negó con la cabeza —Perfecto... — jaló a Charlie del brazo y lo llevó a un área profunda del bosque, alejada del campamento y donde los árboles eran demasiado densos —Prometeme que vas a escuchar, no preguntarás nada hasta que termine de hablar y que jamás le contaras a nadie

—Ayla ¿Qué sucede? ¿Estás en problemas?

—Algo así... Bueno... Ya no— el chico lucía demasiado confundido, tal vez las palabras de anoche si tenían sentido al final del día

—Aparento 17 años, pero realmente no los tengo. Nací en 1927, haz cuentas, esa es mi verdadera edad, pero... Me lanzaron una maldición cuando tenía 17, provocando que... Los tuviera el resto de mi vida o más bien, para el resto de la eternidad

—La persona que la lanzó...— Ayla alzó un dedo

—¿Qué dije? Nada de interrupciones hasta el final. Si, la persona que la lanzó fue Tom, ese Tom del que tanto te he contado y que cuando llegué aquí fue protagonista de mis pesadillas. Gianna... Era mi hermanita, solo tenía dos años menos que yo.

—¿Era?— la chica le lanzó una mirada asesina —No dije nada, no te interrumpo, prosigue

—Fue asesinada por Tom, por... Voldemort —Charlie palideció al escuchar el nombre

—¡No digas ese nombre!

—Por supuesto que lo diré, yo estuve frente a frente del señor tenebroso, yo estuve con él antes de que fuera un monstruo, fui suya innumerables veces y... Yo lo amaba

—Entonces...

—Si, Tom, Tom Riddle es su verdadero nombre, yo fui el único amor que Voldemort ha tenido en su vida, pero me lo arrebató todo con el argumento de que también me amaba.

Forbbiden loveWhere stories live. Discover now