Capítulo 3.

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Faltaban tan solo un par de días para que las familias de todos llegaran al campamento, todos menos la de Ayla...

No le había dicho a nadie, ni siquiera a Charlie, no sabía cómo.

En esas últimas semanas se la había pasado patinando en el hielo con el pequeño Norberto siguiéndole; sí, así le habían puesto al Ridgeback Noruego del que tenía que cuidar, aunque por lo que le habían dicho era el nombre que le puso su dueño anterior.

Era muy divertido ver como un dragon intentaba caminar por el hielo, aunque debía tener mucho cuidado de que no derritiera el lago accidentalmente.

Aún no era un dragon de complexión grande, pero si era casi del tamaño de un pequeño potro.

—¿Estás lista para recibir a tus invitados?

—Amm... Charlie... Debo de decirte que... Nadie va a venir de mi parte

—¿Por qué?— la chica le interrumpió antes de que formulara su siguiente pregunta

—Ellos no... No pueden venir— dijo intentando tragarse el nudo que se le había formado en la garganta

—Sabes que puedes decirme lo que sea, somos amigos ¿No es así?— ¿Amigos?... Wow... Escuchar esa palabra dirigida hacia ella...

—¿Realmente me consideras tu amiga?

—¡Por supuesto!— no le dejó continuar y se arrojó en un fuerte abrazo hacia él

—Gracias— susurró mientras un par de lágrimas corrían para encontrarse con la chamarra de Charlie

El chico le regresó el abrazo lo que provocó que más lágrimas brotaran

—Ay... Lo lamento— se separó un poco de él y sorbió su nariz.

Charlie sabía lo que era no tener a nadie en quien confiar, a nadie cercano... La entendía casi del todo

—No pasa nada— le alborotó un poco el cabello —Por cierto, puedes estar con nosotros todo el tiempo que quieras, no quiero que estés sola en estas fechas

—No estoy sola, tengo a Norberto— respondió sarcástica.

Aunque estaba muy feliz de que alguien la considerara su amiga, no podía ocultar el dolor

Lo lamento mucho señorita Thompson... Sus padres no lo lograron

—Tendrá que quedarse en el castillo junto con su hermana, aunque no serán las únicas, el señor Riddle también pasa las vacaciones aquí

Para sorpresa de Ayla, los chicos habían decorado las cabañas de una manera muy bella.

Recolectaron frutos silvestres, hicieron unas cuantas palomitas de maíz y se pusieron a hacer tiras de decoración, además de que frente a cada cabaña alguien hizo muñecos de nieve con letreros de bienvenida.

Realmente sabían como recibir huéspedes.

La mañana de nochebuena algunos chicos habían madrugando, Ayla no había logrado dormir bien y pudo apreciar el hermoso amanecer antes de que llegaran los demás

—¿Qué haces despierta?— preguntó Paul, un chico flacucho y rubio

—No pude dormir bien

—¿Quieres venir a cazar con nosotros? Charlie y Mike también están despiertos, iremos a buscar algo para la cena de esta noche

—Claro, a ver en que puedo ayudarles

Le sorprendía mucho como mezclaban las técnicas muggles de caza con la magia, decían que era mucho más práctico apuntarle a un venado con un arco y flecha que con la varita, aunque ella siempre vio lo contrario.

Forbbiden loveWhere stories live. Discover now