Prólogo.

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-Dime que me amas

-Te amo Tom, te amo con todo mi ser

-¿Estás segura de eso?

-Aunque vuelvas a preguntarlo, mi respuesta siempre será la misma, siempre te amaré, hasta el día de mi muerte...

Recuerdos, fue lo único que vino a la mente de Ayla al leer el Profeta

"El señor tenebroso ha sido derrotado...
La noche del pasado 31 de Octubre en el Valle de Godric, James y Lily potter fueron asesinados por el mago tenebroso más temido de nuestros tiempos.

Su hijo, Harry, de tan sólo un año de edad, sobrevivió al maleficio asesino, informaron las autoridades, con esto, logrando derrotar a Quien-ustedes-saben... "

La nota seguía unos cuantos párrafos más, pero sólo con leer eso le fue suficiente.

Voldemort derrotado... No podía creerlo, eso no podía ser posible, ella conocía a la perfección de lo que Tom... Bueno, él, podía ser capaz.

Un niño no era amenaza para sus poderes.

Terminó la cerveza que tenía frente a ella de un solo trago, dejó algunos chelines junto a la botella y salió del pub en el que se encontraba.

Ese día, todos los magos que normalmente se ocultaban en el mundo muggle, no lo estaban haciendo, todo el mundo era feliz, brincaban, reían, hacían mil y un cosas, porque sabían que la época obscura se había ido por fin.

Aquel ambiente le recordaba al final de la guerra muggle, todo el mundo reaccionó de la misma manera, las personas en las calles celebraban, vitoreaban... Qué tiempos aquellos.

-Y tú... ¿Me amas?

Ahora que él se había ido definitivamente ¿Qué iba a hacer con su vida?

Durante los últimos casi 40 años se había centrado en ir tras él, en derrotarlo, en tomar venganza por lo que le había hecho.

-Por supuesto que te amo, no podré amar a nadie más en esta vida

Ahora... Podía vivir, vivir plenamente y disfrutar...

-¡Hey niña, quítate del camino! -sus pensamientos se vieron interrumpidos por un taxista que casi la arrolla.

Al parecer los muggles seguían con su vida igual de miserable que todos los días

-No lo culpo, a los muggles no les gusta ver a los demás felices -le dijo una bruja de mediana edad -Ve a celebrar pequeña, tú no conocías un mundo sin el señor tenebroso, ahora todo cambiará, seremos libres

-Ay señora, si supiera que yo conozco este mundo desde antes de que él se hiciera llamar "el Señor Tenebroso" -dijo en su mente

Era obvio que su apariencia engañaba a cualquiera, no podía culparla, pero era cierto, tal vez ella había vivido incluso más que aquella bruja

-Disculpe la pregunta, pero ¿Qué edad tenia usted cuando quien-usted-sabe subió al poder?- trató de utilizar un tono inocente

-Oh mi niña, acababa de nacer mi segundo hijo cuando comenzó la guerra mágica, temía que los mortifagos fueran a robarme a mi hijo, todo el mundo tenía miedo, incluso de pensar en algo que fuera inadecuado

Eso era cierto, Ayla tuvo que esconderse durante muchos años para evitar ser perseguida, ya que era uno de los blancos principales de Voldemort.

-Gracias por contarme todo esto

-No hay de qué, dulce niña, aún así, vuelve con cuidado a casa

-Eso haré, gracias

La chica siguió caminando por la ciudad, por las calles que tantas veces había recorrido y que a pesar de los años nunca habían cambiado por completo.

Tal vez sus personas, los transportes, la tecnología, todo eso había cambiado, pero las construcciones seguían intactas aún después de la guerra muggle.

Todo en esa ciudad cambiaba, menos ella, Ayla Thompson, la chica que había tenido 17 años en 1944 y que los seguía teniendo en 1981, la única chica a la que Tom Riddle realmente había amado.

Forbbiden loveWhere stories live. Discover now