Forbbiden love

Capítulo 2.

-Buenos días- Ayla llegó al "comedor" como si todo estuviera perfecto

-¿Dormiste bien?- preguntó uno de los chicos después de que todos se lanzarán miradas entre ellos

-Si ¿Por qué no lo haría?- dijo con una risita nerviosa mientras se servía un poco de café de la tetera que tenían sobre la fogata

El chico moreno le dio un ligero empujón a Charlie, indicando que él había sido elegido para interrogarla

-Anoche te escuchamos gritar, no queríamos molestarte amm... Solo queremos saber si estás bien

Temía que algo así pasara, habían pasado muchos años desde el último ataque que había tenido

¿Por qué ahora? ¿Por qué mientras estaba conociendo a ese simpático grupo?

-No lo recuerdo, debió haber sido alguna pesadilla- respondió completamente relajada para evitar levantar sospechas

El desayuno siguió su curso y nadie volvió a tocar el tema.

Ese día desayunarían pescado, los chicos habían logrado atrapar algunos del lago.

-Será mejor que te acostumbres, a veces es lo único que comemos todo el mes- le susurró Charlie intentando darle un tono de broma, pero no lo logró, realmente iba en serio

A Ayla no le molestaba, ya había vivido de muchas maneras en las últimas décadas, con lujos, en la calle, días en los que no probaba un bocado, incluso hubo veces que estuvo con servidumbre.

Descubrir un nuevo estilo de vida siempre era una muy buena aventura y ¿Qué más daba si comía pescado por un mes? Tendría toda una eternidad para probar demás cosas.

Durante todo el día lo único en lo que tenía que estar centrada su atención era en el pequeño bebé dragón, lo cual, por ratos era demasiado aburrido, y más si eran dos personas las que tenían esta misma tarea

-Ya que no tenemos nada más que hacer, cuéntame de ti- dijo Charlie con curiosidad

-¿Qué quieres saber de mi?

-Lo que se te ocurra, tu edad, ¿tienes hermanos?, ¿Cómo llegaste a interesarte en los dragones?

-Está bien, pero después tu tendrás que contestar lo mismo. Tengo... 17 años- primer mentira -No, no tengo hermanos, soy hija única- segunda mentira -y... Siempre me han interesado los dragones, además... Tengo demasiado tiempo libre en mi vida, quiero conocer más temas de la magia, todo si es posible

-Eso fue demasiado rápido

-Tú nunca especificaste que tan largas querías las respuestas. Tu turno

-Pues... Tengo 19 años, soy el segundo hijo mas grande de 7 y los dragones son mi vida desde que tengo memoria, siempre... Siempre quise dedicarme completamente a ellos, desde que estuvieran en el cascarón hasta su último aliento

A la chica le gustaba la pasión que se percibía en la voz del pelirrojo, realmente amaba a esas criaturas.

-¿7 hermanos, en serio?

-Así es, todos hombres, excepto la más pequeña, mi única hermanita

-¡Gianna, sal de aquí!

-Le diré al prefecto que están haciendo cosas sucias en los dormitorios

-¡No! ¡Ven acá pequeño demonio!- estaba a punto de salir corriendo tras la niña pero Tom la tomó de la mano

-Deja que se vaya, recuerda que estás con el prefecto- le susurró al oído mientras pasaba suavemente una mano sobre su pecho y la hacía volver a la cama con él