La propuesta de Ross

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Apretó los muños y maldijo al suelo por su suerte y se retiró en silencio al saber que Violeta estaba bien, y desde el comedor vio como se iba con su hermano de compras, perfecto… cada vez estaba más lejos de la mujer que amaba y parecía que otro le podía dar todo lo que él no podía, será entonces que lo mejor era hacerse a un lado… que alentar, aunque le doliera a que estuviera con otro que le diera todo lo que el no… sería capaz de dejarla ir, dejar ese pequeño espacio que sabía que tenía en el corazón de Violeta para que fuera ocupado por otro… de verdad tenía que considerar qué era lo mejor para ella, de una cosa estaba seguro y era de que la amaba, no podía negárselo ni a el ni a nadie más, no podía engañarse como lo llevaba haciendo años, así que tenía que llegar a una respuesta pronto antes de que no pudiera dar marcha atrás…

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-Ross y qué es lo que vamos a comprar entoces?

-Es una sorpresa y para eso te necesito a ti

-Mmmmm, no sé por qué, pero me da la impresión de que esa sorpresa es para Jenna no?

-Correcto hermanita, quiero proponerle a Jenna que se case conmigo, estás de acuerdo

-No es un poco cursi?

-Que acaso tu nunca has estado enamorada? –Le respondió un poco molesto y sonrojado-.

Violeta miró al suelo, recordó que una vez creía haber estado enamorada, cuando estuvo a punto de casarse con Mathew, pero…  el no resultó lo que en un principio creyó, aquel hombre que le había jurado amor la había traicionado, la había abandonado en cierto sentido, y cuando era una niña…también el hombre que creía amar la había abandonado; El amor no era para ella…

-Violeta qué te pasa, porque estás tan triste, dije algo malo? Preguntó Ross preocupado

-Supongo que es algo que tenía que contarte tarde o temprano pero lo había enterrado junto con todas las otras cosas antes de volar a Londres y por supuesto aquí

-Cuéntame por favor hermana, qué es lo que te pasa, te juro que le rompo el cuello a quien te haya hecho daño

-No te preocupes, le rompí las pelotas –Le respondió Violeta con una sonrisa de medio lado un tanto finjida-.

-De todas formas quiero saber cuéntame

-La primera vez que me enamoré fue de un príncipe cuando tenía 5 años, o al menos eso creía yo, pero lo olvidé, olvidé todo de él pero nunca olvidé lo que sentía, pero un día regresó y jamás me dijo que era él, a quien yo había esperado por años, a quien mi corazón había estado esperando, pero el no fue el único, cuando entré a la universidad conocí un chico en la cafetería cuando me estaba a punto de comprar un chocolate caliente, el entró y lo pagó por mi, todo un caballero, después de un tiempo nos hicimos novios, supongo que lo quería o no quería estar sola o puede ser que simplemente me cansé de esperar, el asunto es que estuve con el durante algún tiempo, hasta que me propuso matrimonio, no supe muy bien como me sentía, pero creía que lo correcto era decirle que sí después de todo él era bueno conmigo, a veces su carácter explotaba y se sobrepasaba un poco pero podía manejarlo o eso creía, pero eso no fue lo que más me dolió, lo que me rompió el corazón nuevamente fue que, lo encontré en la cama de Criss con la novia que tenía él en ese entonces y bueno por supuesto, no me casé con él, así que disculpa hermanito pero no puedo ser un buen referente –Le decía mientras una lágrima rodaba por su mejilla-.

-Lo siento hermana de verdad no quería hacerte llorar, mejor te digo de una vez que quiero encontrar un anillo y que tu seas la madrina, por favor por mi y por Jenna, sé que la quieres mucho, anda dime que sí.

No hay tiempo II: Esperaré... Hasta que me perdonesWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu