Sugar, but not your baby (KookTae)

XXVI

Todos estaban tan asustados y en shoc, por l que ni siquiera tuvieron tiempo a reaccionar cuando ya les habían plantado el examen en sus pupitres. Ya deberían de estar acostumbrados a esas alturas del año, pero no podían estarlo.

--- Son cien aciertos. Ya saben, si sacan menos de cincuenta, están reprobados.

En ese momento JiMin se preguntó si a él también lo reprobaría, aún cuando pertenecía a una carrera muy distinta.

--- No se preocupen tanto, eh. Esto no saldrá en la página de la facultad, pero sí que afectará su promedio final, así que... Tienen media hora para responder todo. Cinco minutos a libro abierto--- sonrió felizmente y se sentó en su escritorio--- comiencen.

TaeHyung sorbió su naricita y escondió las hojas detrás de él, caminando cabizbajo hasta el azabache que lo esperaba con la puerta abierta para ayudarlo a subir.

--- Osito. ¿Te gustó tu regalo?--- preguntó de inmediato con una amplia sonrisa. Le había costado un poco conseguir el aparato. Después de todo, el celular se agotó pocas horas después de haber salido a la luz.

Los labios del castaño temblaron. Pues sí que le había gustado, pero ahora no lo quería.

--- No lo merezco--- respondió mientras lo sacaba de su mochila y se lo intentaba entregar a su mayor--- yo reprobé el examen--- lloriqueó sin poder contenerse más, casi que corriendo la poca distancia que los separaba para poder abrazar al más alto, refugiándose así en su pecho--- hice todo mal--- se lamentó sin dejar de derramar lágrimas en el costoso traje de su novio.

El pelinegro únicamente lo abrazó con fuerza moderada. No quería hacerle daño, pero le dolía verlo así, tan decaído y triste. No sabía qué había sucedido, si TaeHyung tenía un rendimiento académico fenomenal, ¿Cuál era la causa de su repentina caída?. Era de los mejores de su clase, si no es que el mejor. Esto dicho por él mismo anteriormente.

Frunció el ceño algo molesto. Algo no estaba bien.

Dejó un corto beso en la cabellera chocolate y acarició su espalda con parsimonía, brindándole confort y cariño a su osito.

--- Ven, vayamos a casa. Hablemos ahí--- pidió con un tono de voz dulce para no hacerlo sentir peor.

El universitario ya se esperaba lo peor. ¿Afectaría eso a su beca?, ¿JungKook se enojaría con él?, ¿Y si no podía salvar la materia? Estaba tan asustado y triste que no podía contener su llanto. Continuó sollozando hasta que llegaron al departamento, donde el más alto jamás lo soltó en ningún momento.

JungKook se llevó a su pequeño a la habitación principal y se sentó con él en la cama, atrapándolo fuertemente entre sus brazos.

--- Dime, bonito. ¿Qué fue lo que sucedió exactamente?--- le preguntó el presidente con tranquilidad, buscando calmarlo.

TaeHyung no podía hablar al principio, pero se fue calmando con los mimos ajenos. De hecho, hasta comenzó a sentirse adormilado. Quizás por su lamentable forma de desahogarse de hace minutos atrás.

--- El profesor nos hizo un examen sorpresa y reprobé. Saqué 0.7--- murmuró apenado con un puchero, sintiendo nuevamente sus ojos humedecerse. ¿¡Cómo era posible que no había sacado ni un solo acierto!? Si acaso era una respuesta correcta a poco más de la mitad.

--- Tranquilo, bebé. Mírame--- el señor Jeon deslizó sus dedos por las mejillas ajenas, limpiando las brillantes lágrimas que amenazaban con seguir bajando sin detenerse--- ¿Qué más sucedió?

El castaño dudó en continuar, pero la mirada preocupada del otro le dió ánimos para seguir sin tanto miedo. Otra vez estaba siendo muy dulce y eso le gustaba.

--- Me dijo que, como había sido la calificación más baja, me restaría puntos en el final--- habló tan bajo que casi no podía oírse, pero la cercanía entre ambos fue suficiente para poder comunicarse de ese modo--- Hasta JiMin sacó más que yo--- lloriqueó nuevamente. ¡Qué injusto! Su mejor amigo estudiaba medicina. Nada que ver.

JungKook suspiró, asustando al piel canela. Se notaba a leguas que estaba enfadado.

--- ¿Estás enojado conmigo?--- preguntó temeroso. Se sintió peor cuando tardó en responderle, aún si el otro no dejaba de acariciar su cintura--- Oye...--- puchereó.

--- No estoy molesto contigo, osito. Al menos contigo no...--- hizo una mueca y miró el reloj en la mesita de noche--- mañana solucionaremos esto, ¿Sí? No te preocupes. Lávate la cara y descansa un poco si quieres. Tengo que preparar la comida.

Estaban en un país donde las calificaciones lo eran todo, así que ni siquiera el presidente planeaba seguir hablando de algo al respecto. Estaba confundido y extrañado todavía. Había algo que le provocaba desconfianza. Seguro y habían reprobado a su pequeño a propósito.

TaeHyung se levantó de la cama y sonrió un poco. No quería dar más problemas, así que obedeció silenciosamente mientras su contrario se iba hasta la cocina. Esperaba poder arreglar la situación pronto.