Capítulo 16. Mala suerte

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Sólo cuando salió de la tienda, Cen Li exhaló un suspiro de alivio.

Había un estudiante detrás de él que debía encontrarse en una situación urgente, ya que caminó con prisa y terminó chocando accidentalmente con él, por lo que el cuerpo de Cen Li se desvió hacia Han Chen.

—¿Estás bien? —Preguntó Han Chen, sujetando su brazo.

—Si. —Cen Li respondió.

Al estar tan cerca, era inevitable tocar su piel, y la tez de Han Chen se desplomó de repente mientras estiraba la mano para tocar la frente de Cen Li, percibiendo que la temperatura era anormalmente caliente.

Cen Li se apartó y dijo: —Debería volver al dormitorio ahora, usted...

La suavidad en el rostro de Han Chen convergió y su expresión se volvió mucho más imponente mientras miraba a Cen Li y decía: —Esto es darme una orden para... ¿despedirnos?

—...

—Estas enfermo, ¿te has revisado en el hospital? —Preguntó Han Chen.

Sin querer molestar a nadie más, Cen Li dijo: —Ya lo hice.

Han Chen dió un paso adelante y se inclinó más cerca de Cen Li, extendió su mano para ayudarlo a quitar la hoja muerta que había caído sobre su hombro y susurró: —Cen Li, cada vez que tienes una conciencia culpable, tus ojos no se atreven a mirarme.

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Por la mañana, Ning Xiuyuan acompañó a Jiang Yan al hospital y la debilidad de su cuerpo fue causada por el agua y la tierra, pero después de unos días estaría bien. Más tarde, acompañó a Jiang Yan a visitar la universidad, y con la relaciones de la familia Jiang, la inscripción de Jiang Yan fue fácilmente transferible.

Jiang Yan era el hijo menor de la familia Jiang, con un hermano y hermana mayor por encima de él, y había sido criado en la palma de su mano desde que era un niño, por lo que naturalmente es un poco delicado.

Cuando Ning Xiuyuan escuchó las palabras de Jiang Yan, su expresión no pareció cambiar.

—Deben ser bastante cercanos, ¿verdad? Esa persona incluso sostenía la mano de Cen Li. —Jiang Yan añadió.

—¿Era así? —Ning Xiuyuan preguntó y luego añadió: —No lo menciones, da mala suerte.

—Bien, escucharé a A-Yuan. —Jiang Yan sonrió suavemente.

Ning Xiuyuan había ordenado bastantes platos, por lo que la mesa se llenó y la comida desprendía un aroma tentador.

Jiang Yan le contó lo que había visto en el extranjero, y Ning Xiuyuan escuchó distraído, respondiendo casualmente a algunas palabras.

Después de comer, Ning Xiuyuan llevó a Jiang Yan a su casa para descansar.

El rostro de Ning Xiuyuan estaba sombrío. Incluso si estaba criando a un pequeño amante, él ya debería de saber a quién pertenecía durante este período de tiempo. Y pensó, que Cen Li realmente estaría mejor si no saliera a buscar invitados.

En ese momento, Cen Li se encontraba en la enfermería de la universidad y luego de que el médico le tomará la temperatura, le dió un par de pastillas para que las tomara a tiempo.

Cen Li pensó en la medicación que Bai Chengyu le había recetado ayer y que hoy no había tomado.

Rara vez había estado enfermo antes, y aunque su cuerpo no era precisamente fuerte, no era débil ni mucho menos delicado. Pero ahora, se había convertido en un frasco para medicinas.

Cen Li de repente quiso reírse. Recordo como Bai Chengyu le había dicho que quería que se pusiera bien, pero mientras no se deshiciera de Ning Xiuyuan, entonces su cuerpo nunca mejoraría.

Cen Li entregó el dinero y la joven de la caja registradora le dijo: —Alguien ya ha pagado.

La expresión de Cen Li se detuvo por un momento, e inclinó la cabeza para mirar a Han Chen a su lado.

Anticipándose a lo que Cen Li quería decir, Han Chen dijo: —No menciones la palabra "dinero" delante de mí. Pero si te incómoda, puedes invitarme a comer la próxima vez.

—... Bien. —Estar cerca de Han Chen, rara vez lo ponía en una situación incómoda.

Es solo que Cen Li tenía un poco de miedo... miedo que la gente fuera amable con él sin razón aparente.

El teléfono que guardaba en su bolsillo vibró incesantemente, y Cen Li lo sacó, viendo el mensaje de texto que Ning Xiuyuan le había enviado: ["¿Dónde estás?"]

Las palabras no le parecieron una consulta, sino más bien una pregunta que exigía una respuesta obligatoria.

Cen Li envió un mensaje de texto a Ning Xiuyuan: ["Dormitorio."]

—¿Alguien te está buscando? —Preguntó Han Chen.

Cen Li asintió y, en la universidad, no quería entrar en conflicto con Ning Xiuyuan.

Estaba a punto de volver al dormitorio cuando de repente sonó su teléfono. Era una llamada de Ning Xiuyuan, y Cen Li dudó unos segundos antes de pulsar el botón para contestar.

La voz grave de un hombre llegó a través del teléfono: [—Estoy en tu dormitorio ahora mismo.]

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