-Necesito hablar con _____________.
-¿Qué haces tú aquí?
-Vine a hablar con _____________.
-¿Para qué sería?
-Necesito hablar seriamente con ella, es muy importante.
-Está bien, pero aquí adentro de la casa.
-Claro.
-Te estaré vigilando.
-Como quiera pero necesito que sea rápido.
-Espera en la sala.
-Con permiso.
Erin rodó los ojos y tras dejarlo solo en la sala subió a visarle a ______________ y a Niall que había visita esperando abajo.
-No- río.
-Vamos Felpudita- Besó su cuello- Las reconciliaciones sólo son válidas cuando la ropa queda en el piso.
-¿Quién dice eso?
-Todo el mundo lo sabe.
-Yo no lo sabía.
-Sí lo sabías- Se tumbó sobre ella- Con hacerte la inocente sólo conseguirás que te desee más.
-No me hago la inocente, lo soy- Él río.
-Hace 2 años lo eras... Ahora ya no bonita.
-¿Por qué lo di...
-Chicos- Tocó la puerta la madre de Niall.
-¿Qué?
-¿Puedo pasar?
-Por supuesto- Se bajó de arriba de su novia.
-No me van a creer.
-¿Qué cosa?- Preguntó ella. Erin se acercó y la vio fijamente.
-Allí abajo hay alguien que quiere hablar contigo.
-¿Quién?
-Prefiero que lo veas tu misma.
Niall pensó de inmediato en Martin, apretó los puños y rápidamente la tomó por la muñeca haciéndola correr a las escaleras, ella no entendía ni decía nada, tan sólo se quejaba por la presión que el rubio hacía sobre su mano. Vio un perfil conocido en el sofá, se zafó del agarré de Niall y avanzó por su propia cuenta. Él todavía no se percataba de la presencia de los otros dos muchachos, estaba totalmente concentrado en la estúpida -según él- decisión que había tomado.
-Martin...
Alzó la vista y la vio con las manos en los bolsillos, pasos más atrás estaba Niall dudando si acercarse o no. Él ojiverde se paró del sofá con una expresión fría y seria, una expresión muy diferente a lo que en verdad sentía.
-¿Nos podrías dejar solos?
-No.
-Ve, Niall.
-¿Segura?
-Sube por favor.
-Sólo grita si me necesitas.
-No creo hacerlo- Volteó a ver a Martin.
Niall se esfumó hacia el segundo piso viendo como ambos chicos se encontraban frente a frente, viéndose fijamente, sin decir nada.
