∞•Tempestad•∞ [•BNHA•] {Tomura X Oc X Aizawa X LOV}

•∆ 4 - Vaya jefe ∆•

Pero bueno, al terminar el tour volvió al bar, y yo me fuí directamente al baño, me lavé la cara y la boca, mientras miraba mas a fondo el sitio, era más bonito de lo que esperaba, no es tan de mala muerte despues de todo, se nota que Kurogiri mantiene muy limpio todo el lugar, no solo el bar...

Me quité la ropa y entré a la ducha, y sin prestar mucha atención la abrí, que al instante me roció el agua más fría que pude haber tocado en toda mi miserable vida, eso era HIELO. Me aguante el grito, y solo fue interno, mientras cerraba al instante aquella ducha del diablo.

—Me suelo tomar duchas frías pero esto es demasiado —me quejé a mi misma en aquel baño.

Presté más atención y vi que también podía ponerla caliente, aunque no me confiaba para nada, me esperaba que ahora saliera agua hirviendo y me quedara con cicatrices por todo el cuerpo. Así que puse en la esquina mas alejada del cubículo, y con mi don, usando telequinesis, lentamente abrí la llave de la ducha, el agua salió y con ella un calor agradable, para mi sorpresa.

Poco a poco me acerqué y en efecto era agua tibia al punto perfecto, y aunque no me daba duchas tibias muy a menudo esta fue relajante.

Me sentí en un momento de relajación y paz, así hasta que mis propios pensamientos me comenzaron a acosar.

—¿Por qué no recuerda nada?... ¿o me estará mintiendo? no, no lo creo, parecía estar confundido de verdad cuando le pregunté sobre él. Mmm, ahora que recuerdo... lo que vi de sus recuerdos terminó cuando lo sacaron del hospital, pero él apenas era un adolescente, supongo que tendrá nuevos recuerdos sobre Kurogiri, como se hace llamar... oh! claro, su nombre, talves si averiguo quien fue pueda hablar con algún familiar o amigos que haya tenido... si, recuerdo que tenía tres amigos, pero no sé donde pueden estar... ni siquiera tengo sus nombres, solo sus caras.

Terminé mi baño y me envolví en mi toalla luego se escurrirme el cabello, al hacerlo un poco del tinte rojo se desprendía de él, que agobio, si quiero mantener este color tengo que tener más cuidado... y retocarlo de vez en cuando... aunque en realidad ni siquiera quería pintármelo, solo acepté porque creí que eso alegraría a Kumori, mi ex compañera de trabajo.

—Supongo que en algún punto se terminará de ir el color y volveré a mi blanco de siempre...

Bueno, supongo que iba a pasar, y dejando ese tema de lado, salí de aquel baño envuelta en mi toalla y cargando mis cosas de vuelta a mi habitación, escuché algo caerse al fondo del pasillo, me di la vuelta y era Shigaraki, que había dejado caer un vaso de vidrio en el suelo y me estaba viendo... demasiando fijamente para mi gusto, por lo que comencé a caminar hacia mi lugar seguro.

A lo que llegó kurogiri, seguro alarmado por el ruido del vaso.

—Joven Shigaraki pero ¿qué pasó? ¿alguna decaída o algo? —dijo mientras veía aquel vaso roto.

—Kurogiri.

—¿Si señor?

—¿Ves lo mismo que yo? —exclamó señalándome.