Velocidad a Sets •Lando Norris

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6 De julio de 2019
Woking, Inglaterra

-Estoy cansada- digo deteniendo mi caminata.

Y es que después del entrenamiento de la tarde, mis piernas no dan para más.

Vamos camino a mi departamento después de que a Lando se le ocurriera la grandiosa idea de venir caminando a "nuestro lugar",  al que solemos ir días antes de que alguno de los dos tenga que ir de viaje, esto para pasar más tiempo juntos según él.

Lando me mira divertido por sobre su hombro.

-Te llevaré sobre mi espalda, pero antes- emboza una sonrisa malévola- me tienes que dar diez besos.

Lo miro incrédula y una risa graciosa se escapa de mi.

-¿Solo diez? - el asiente- estaba dispuesta a darte veinte, pero solo quieres diez, así que...- bromeo.

Lando chilla indignado y lo miro aguantando mi risa.

-¡No es justo!, no pensé que llegaría tan lejos- me pelea y río.

-Lo es.

Alzo mis brazos y Lando se acerca a mi tomando mi cuello, acercando mi cara a la suya dándome más de diez besos seguidos.

Este se separa con una sonrisa coqueta y se agacha para que pueda subir a su espalda.

-Sube- me indica y hago lo que me pide, sintiendo como pasa sus brazos fuertemente por debajo de mis piernas para asegurarse de que no cayera.

Siento como me levanta del suelo para comenzar a caminar y descanso mi mentón en su hombro, apreciando su lindo perfil.

Puedo ver de cerca sus incontables lunares, sus largas y castañas pestañas, esos ojos verdes que me hacen derretir y su fina nariz.

-¿Te gusta lo que ves?- me mira bromeando y asiento efusiva.

-Si, admiro lo guapo que es mi chico- respondo sacando mi celular y auriculares del bolsillo de mi suéter.

Siento su espalda vibrar en mi pecho por su risa y niega.

-Te aseguro que mi chica es mejor- dice mirándome de reojo.

-¿Así?-asiente- ¿Y cómo es ella?- pregunto curiosa llevando uno de los auriculares a su oreja y uno a la mía para reproducir la canción A sky of stars.

-Mi chica es un lindo cielo lleno de estrellas tan brillantes como ella.

Siento mis mejillas calientes por lo rojas que se han puesto, y mi sonrisa que trato de ocultar se revela, por lo que beso su mejilla para ocultar mi nerviosismo y este me devuelve el gesto.

Lando sigue caminando mientras veo que el cielo cada vez está más gris.

-Lando, en cualquier momento va a llover- aviso al darme cuenta que aun falta para llegar al apartamento.

-Si llueve será tu culpa por invocarlo- me reta y puedo sentir las primeras gotas caer sobre nosotros.

Lando detiene su andar mirándome serio de reojo y le sonrío inocente.

-Te lo dije- digo bajandome de su espalda.

La gotas se vuelven cada vez más y la lluvia no tarda en caer.

-Oh, no- susurra.

Veo a lo lejos un lugar para poder refugiarnos y tomo la mano de Lando para jalarlo y correr.

Aparto los cabellos que se han pegado a mi cara por el agua y me giro hacia el chico que está empapado.

-Te dije que no era buena idea ir y venir caminando- le regaño y me sonríe inocente.