Velocidad a Sets •Lando Norris

10

-Lando... 

-Ven acá, Tenista- me dice abriendo sus brazos y corro hacia él mientras siento como me abraza fuertemente contra el.

Las lágrimas salen y en es imposible no soltar unos pequeños sollozos.

-Está bien llorar, Lia- siento como acaricia mi cabello y me apreta más contra su cuerpo.

-Es injusto- balbuceo y siento como el asiente, por lo que me separa un poco de su cuerpo para mirarme.

-Lo es, pero eso no quita el mérito de que has jugado de puta madre- toma mi cara entre sus manos haciendo que lo mire directo a los ojos.

-¿Entonces por qué me siento tan mal? Venía jugando tan bien y...- trato de agachar la cabeza pero el me sostiene firme.

-Lia, no creo que sea necesario que te lo recuerde, pero aquí voy- aclara su garganta y continua- lo que pasó ese día es injusto, todos lo vimos, pero has hecho un gran torneo, superaste a rivales muy fuertes y llegaste lejos, todos te admiran, yo principalmente te admiro como no tienes una idea, un error que no ha sido tu culpa te ha sacado de la competencia, el jodido árbitro fue un cabron, pero lo único que puedes hacer de ahora en adelante es levantar la cara, seguir entrenando y demostrarle a todos que eres una tenista que no se da por vencida, no quiero que pienses que has decepcionado, porque créeme que no es así. Todo mundo es consciente de lo que ocurrió. Yo jamás me sentiré decepcionado de ti, al contrario, siempre estaré orgulloso de lo fuerte y grandiosa que eres, Tenista.

Lando me mira directo a los ojos y no puedo evitar que más lágrimas se forman en mis ojos, pero no son de tristeza, son de felicidad al saber que tengo a una persona maravillosa a mi lado.

Las palabras de Lando logran aliviar lo triste que me he sentido, por lo que logra sacarme una sincera sonrisa y vuelvo a abrazarlo, siendo correspondida mucho más fuerte por él.

-No tienes idea de lo especial que eres para mí, Lando- susurro- No quiero perderte nunca.

-Tu también lo eres, Tenista- separa un poco nuestros cuerpos y me mira directo a los ojos- y jamás vas a perderme.

Esto último lo dice en voz baja mientras deja un casto beso en mi frente y me mira con una sonrisa que correspondo.

•••

-Entonces, ¿Los directivos no hicieron nada en contra de la decisión del árbitro?

Lando me pregunta mientras está acostado a mi lado en el sofá.

-No, hablé con ellos y solo me dijeron que debían respetar la decisión de un profesional y que no podían hacer nada- lo miro y veo como frunce su ceño enojado.

-Joder, te juro que casi estrello la televisión del hotel en cuanto vi el partido, los chicos estaban enojados, bueno, todos lo estábamos- dice y suelto una pequeña risa.

-¿Vieron mi partido?

-Claro que si, todos fueron a mi habitación y lo vimos. Hubieras visto la cara de Max, fue todo un fanático tuyo enojado, pero no más que yo, nadie es más fan de ti que yo, Tenista.

Me señala y me río junto con él.

Nos quedamos viendo por unos cuantos segundos y siento como el acaricia mi cabello y coloca un mechón detrás de mi oreja.