Y si te dijera que hay una razón por la que Peter Pan anhela tanto ser inmortal o que puedo contarte el porque odia tanto a Rumplestilskin, que hay un pasado tan oscuro que pocos llegaron a conocerlo.
¿Te interesaría saber que paso?
Está es la histo...
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Henry Mills quién ya había perdido su esperanza de ser salvado observaba al resto de niños perdidos que había en el campamento, estos jugaban a trepar unas cuerdas que pendían de las ramas de los árboles, quien pudiera subir hasta la cima y bajar una de las flechas que Celia había lanzado ganaría.
Inesperadamente algo filoso pinchó su espalda, se trataba de una lanza a manos de uno de los niños perdidos, Devin - ¿Tu eres el niño que Pan ha estado buscando todo este tiempo? - Rió jovial al oír a Henry quejarse.
-Eso dicen - Musitó confundido, pero de inmediato tuvo que retroceder pues aquel niño seguía empuñando la lanza en su dirección - ¡Ya basta!
Al oír los gritos todos en el campamento empezaron a ver fascinados el espectáculo - ¿No soportas esto? - Volvió a picarlo con la lanza - ¿Cómo soportaras lo que Pan y Celia tienen guardado para tí?
Henry divisó una rama lo suficientemente larga como para usarla como un arma improvisada, Devin lo miró burlón retandolo a tomarla y de fondo los niños perdidos susurraban que no se atrevería, a su sorpresa se agachó y al sostener su "arma" y alzarla su contrincante no dudó en arremeter contra él, el pequeño Henry apenas lograba defenderse.
-No está mal - Cada niño en el campamento volteó encontrándose a Pan y a Celia contemplando la situación recargados contra el enroscado tronco de un gran árbol, Peter se acercó más a ellos y siguió hablando - ¿Pero no sería más divertido con espadas reales?
Henry lo miró algo sorprendido, como si temiera a usar una - Yo jamás he usado una espada.
Celia se apareció de imprevisto tras Henry - Esto es nunca jamás y tú corazón es de un creyente verdadero, usarás lo que se te antoje - Celia con delicadeza sostuvo su mano y lo incitó a alzar aquella rama empuñandola como lo haría con una espada.
Pan se acercó al oído de Henry causando leves escalofríos de emoción - Solo tienes que creer que es posible Henry, concentrarte y verás una espada ante tus ojos - Ambos se alejaron entrelazando sus manos y así fue, pues en un abrir y cerrar de ojos, la simple y ordinaria rama se había convertido en una filosa espada.
Una sonrisa de asombro cruzó por los labios de la pareja, esto era mejor de lo que habían imaginado.
La expresión en Devin se transformó incluso con más velocidad que la espalda. Pan y Celia solo tuvieron que terminar lo que habían iniciado - ¡¿Qué es lo que están esperando?! ¡Ataca! - Henry que había perdido toda presencia del miedo dirigió su espada hacia Devin - ¡Atacalo! ¡Pelea! ¡No pares! ¡Vamos! -Los niños perdidos no se quedaban atrás pues acompañaban extasiados los gritos de sus líderes viendo cómo cada vez el oponente del creyente quedaba más y más arrinconado - ¡Vamos Henry!
En definitivo los roles se habían invertido pues la espalda no tardó en empezar a cortar la lanza, corto, corto y corto hasta que lo siguiente que recibió un tajo fue la mejilla de Devin que ahora empezaba a brotar una hilera de sangre.
