Can We Love Again? ๛ yoonmin omegaverse

XI: Un pequeño respiro

JiMin no durmió esa noche luego de que YoonGi se hubiera ido, y tampoco las siguientes. El alfa no le había enviado ningún mensaje y JiMin aún se sentía lo suficientemente culpable como para siquiera intentar entablar una conversación.

Había estado dos días en su habitación y aunque esta tenía baño privado, estaba lo suficientemente deprimido como para no molestarse siquiera en tomar una ducha.

Al tercer día TaeHyung, que estaba allí tras una incómoda charla con HoSeok, tocó su puerta.

JiMin suspiró y cubrió su rostro con la cobija.

— JiMin hyung —llamó el otro omega desde el otro lado de la puerta, con HoSeok detrás suyo observando fijo lo que hacía-. Sé que estás ahí, te escuché mover las cobijas.

— No estoy —medio gritó JiMin.

— JiMin, abre. Nos preocupas.

En la habitación se oyeron pasos y luego la puerta se entreabrió, dejando ver la oscura habitación y una pequeña parte del rostro de JiMin.

— ¿Qué necesitan?

— ¿Puedo pasar? —preguntó TaeHyung en respuesta. JiMin se lo pensó un momento y luego abrió la puerta un poco más, escondiéndose tras ella para que HoSeok no pudiera verlo en ese estado.

El alfa trató de entrar tras TaeHyung, siendo frenado por la mano de este mismo en su pecho.

— ¿Qué?

— Vaya a trabajar hyung —habló firme el omega. HoSeok lo miró sorprendido y asintió, entendiendo que JiMin era vulnerable en ese momento y su presencia y aroma podían afectarlo. TaeHyung entró a la habitación y JiMin cerró la puerta.

Lo primero que Tae notó fue el fuerte aroma a tristeza que desprendía JiMin, mareándolo un poco.

— ¿Qué te pasó? —preguntó Tae mientras se acercaba al omega y lo abrazaba escondiéndolo en su pecho, pues era más alto que él— ¿Es por tu alfa?

JiMin asintió y abrazó de vuelta a TaeHyung. Aunque el aroma del contrario no se parecía en nada al de su alfa, la combinación de moras y chicle le gustaba.

— L-lo arruiné. Le dije q-que... que-

— Ya, shh. Está bien hyung —susurró Tae al escuchar que la voz del más bajito se quebraba.

— No he hablado con él —susurró mientras TaeHyung acariciaba su cabello para relajarlo—. Lo e-extraño. Me pregunto si... si realmente hice lo correcto yéndome. A-Antes tenía al menos un poco de él.

— Si quieres verlo, ¿por qué no sales a buscarlo y disculparte?

— Tengo miedo de que se haya cansado de mí...

TaeHyung lo separó y acunó sus mejillas para alzar su rostro. JiMin tenía los ojos enrojecidos y los labios maltratados de tanto morderlos.

— Hyung, si tu alfa se hubiera cansado de ti no estaría tratando de cortejarte de nuevo —dijo seriamente el menor-. Tal vez está dolido, pero eso puedes arreglarlo.

— A‐Aún no estoy listo para verlo de nuevo.

— Entiendo... —Tae se alejó del omega y observó la habitación para luego empezar a recoger todo.

Corrió las cortinas y abrió la ventana para que el cuarto se iluminara y el aroma de JiMin dejara de ser tan fuerte. El más bajito se quejó cuando la luz pegó directamente a sus ojos.

— ¿Qué haces?

— JiMin, tienes que salir de este cuarto. Báñate, come algo y sal a caminar un rato. Estar encerrado de esta forma no es sano para ti.