Parte 21 Memorias y reflexiones

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Capítulo 16



Cuando Terry... vio la cabaña se tragó sus palabras, la choza estaba bonita y parecía segura, entre los dos prepararon la mesa y sirvieron el almuerzo, a Terry le perecía que el tiempo había retrocedido, el paisaje le recordaba el bosque del colegio, que fue su refugio por muchos años y su época dorada y feliz fue en Escocia durante los primeros años de su infancia, él tenía bagos recuerdos al lado del duque y de la actriz Americana.

Después del almuerzo, los jóvenes se sentaron sobre la hierba a la orilla del rio, Terry abrió su corazón con Candy; y le confió su historia o lo que él recuerda, sobre su infancia y los años que vivió en la villa de Edimburgo, la doble moral de su padre, que no dudo en hacer a un lado a Eleonor, condenándola a la deshonra y a vivir en la sombra para ocultar su pasado y no ser rechazada, ni señalada como una mala mujer, cuando él también fue culpable por haberla seducido hasta ese punto, consiente que Eleonor no estaría en su futuro.

—Un día cualquiera mi mundo cambio, mi padre me llevo con él a su castillo, y en esa época por mi corta edad, fue imposible comprender porque mi madre no se mudó con nosotros y en su lugar se encontraba otra persona, que me desprecio desde el primer momento.

El duque se casó con otra mujer por conveniencia, porque antes de su matrimonio él solo era un noble cualquiera y esa unión le garantizo elevar su estatus y su fortuna, porque la nobleza corre por su sangre, engendro hijos rápidamente con su aristócrata esposa de origen noble igual que él, Richard II, es su hijo mayor con la duquesa, él es menor cinco años que yo, Arthur es el segundo y Isella es la menor, nunca conviví con ellos; porque la duquesa nunca lo permitió, me odia, de la misma manera que odia a mi madre, es una amargada que no ignora que el duque no la ama, su matrimonio es de apariencia y procrearon hijos porque para la corona real, la descendencia y la continuación del apellido Granchester es importante, en realidad, la mayoría de ellos son unos hipócritas de doble moral.

—Lo siento mucho Terry, me duele que sufrieras tanto, —dijo Candy con tristeza.

—Candy... no quiero que estes triste, quise contarte mi historia porque es parte de mí, y no quiero secretos entre nosotros, no te negaré que por muchos años guarde mucho dolor y rencor dentro de mí, y después pensé que estaba destinado a ser infeliz por el resto de mi vida, pero ya todo paso, la madures y las buenas y malas experiencia me han enseñado a entender y a superar algunas cosas.

—Si tienes razón, y tengo la certeza que tu madre todavía sufre por lo sucedido, no entiendo porque algunos hombres proceden de esa manera; tu padre le rompió el corazón a Eleonor, Terry... sé que él cometió errores muy graves he imperdonables, pero, aun así, él es tu padre y es imposible que no te ame, quizás no supo cómo hacerlo.

Candy me abraza tiernamente, y cierro los ojos disfrutando del contacto y de la dulce sensación, lo sé mi amada pecosa —logro decir.

—Terry y lo has vuelto a ver —pregunta ella en un susurro.

Sonrió, porque conociéndola esperaba esa pregunta, le doy un beso sobre uno de sus parpados cerrados —si contesto, le contaré lo necesario, porque hay cosas que no vale la pena mencionarlas, miro hacia el cielo nublado, pero entre las nubes se filtran algunos destellos dorados que se reflejan en las tranquilas aguas del rio y retrocedo en el tiempo...

Cuando me fui del colegio repudie el apellido de mi padre, mejor dicho jamás volví a usarlo, en aquella ocasión utilice todos los ahorros que tenía para comenzar una nueva vida, ese dinero provenía de la fortuna de mi padre, pero después de eso nunca más volví a vivir de su dinero, al inicio fue difícil adaptarme y ajustarme, cuando estaba acostumbrado a gastar a manos llenas, pero con el tiempo aprendí a sobrevivir por mi cuenta y Eleonor que me ayudo en mi peor momento, y en todos esos años jamás tuve noticias de mi padre, pensé que también él me había repudiado, porque nunca tuvimos una buena relación, él prefería ignorarme, quizás para no recordar que fui producto de su error.

UN AMOR REESCRITO A TRAVÉS DEL TIEMPOWhere stories live. Discover now