07:──Felicidad

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Se sentía como un sueño, aún no podía creer que haya confesado sus sentimientos y que hayan sido correspondidos. Por mucho tiempo esto era lo que más deseaba y, que se haya cumplido, realmente le hacía feliz, ¿y cómo no sentirse así? ¡Si Manjiro Sano era su pareja oficialmente!.

Pensar en ello, hacía su corazón palpitar.

Así se dio cuenta que el resto de la noche no conciliaría el sueño.

Aunque no logró dormir, sus ánimos seguían siendo los mismos que la noche anterior. Esto lo notó su madre, decidió no preguntarle, esperaría a que su hijo le contara qué fue lo que ocurrió para que esté así, sin embargo, al ver sus ojeras, le preguntó si podía maquillarlo como la otra vez. Takemichi aceptó dándole las gracias.

Al salir de su casa, no esperó encontrar a Manjiro y a Ken afuera.

Sorprendido, se acercó a ellos y antes de que pudiera saludarlos, sintió cómo Manjiro se abalanzó a él, rodeando los brazos en su cuello y rodeando las piernas en su cintura.

Se aterrorizó al sentir cómo Manjiro casi se resbalaba de sus brazos y en un movimiento rápido lo sostuvo a tiempo, haciendo que su mochila cayera al suelo.

—Takemicchi,—dijo con una voz un tanto infantil—te extrañé un montón—se acercó más y más a su rostro para darle un besito, esto lo tomó de sorpresa a Takemichi haciendo que sus mejillas se tornaran de color carmesí.

Pero fueron interrumpidos por Ken, al querer apartar a Manjiro de Takemichi.

—Mikey, suéltalo, déjalo respirar—dijo jalando de la camisa al mencionado—¡No, no! ¡Quiero estar cerca de mi novio!—se sujetó más de Takemichi—¡Y lo estarás! Vamos, déjalo caminar.

Takemichi miraba divertido la escena, mas, se dio cuenta de algo.

—Draken, tú...¿sabes acerca de nosotros?

Los que antes estaban peleando e insultándose entre sí habían detenido sus acciones.

—Sí, Mikey me lo dijo. De hecho, camino hacia tu casa, no paró de mencionarte, diciendo lo lindo que te veías cuando te le confesaste.

Avergonzado, cubrió su rostro en el hombro de Manjiro, este sonrió y lo dejó de abrazar, agarró su rostro con sus dos manos y mirándolo dijo:—Y no solo te veías lindo en ese momento, todo el tiempo te ves así—juntó nuevamente sus labios con los del otro.

—¿No creen que deberíamos ponernos en marcha?

Los miró con los brazos cruzados.

—¡Vamos, Takemicchi!—tomó la mano del mencionado y el trío empezó a caminar.

No sabía que Manjiro iba a ser más empalagoso ahora que tenían una relación amorosa, pero, se mentiría a sí mismo si decía que no le estaba agarrando el gusto, porque era todo lo contrario, saber que se comportaría así solo con él, lo llenó de emoción.

Mientras caminaban tomados de la mano intercambiaban cada tanto miradas y sonrisas, era un momento bello para ambos que decidieron no interrumpirlo con palabras, sabían que eran innecesarias para momentos como estos, ya que, como dicen, los momentos más preciados para una pareja ocurren cuando no hay intercambio de palabras y ellos, ahora, comprendían por qué la gente decía cosas como esas.

Por otro lado, aunque ya se habían agarrado de la mano anteriormente, nunca se habían percatado de la calidez que ellas transmitían.

Desde ese momento, supieron que podrían enfrentar cualquier cosa solo si se sostenían de las manos, sintiendo el calor de estas.

𝗰onfesión 𝗱e 𝗮morWhere stories live. Discover now