—Disculpa, Mitsuya, ¿dijiste algo?—sonrió apenado—¿Otra vez, Mikey?—esta vez habló Ken—Mi culpa, mi culpa, perdón.
Suspiró.
—¿Me darían un tiempo a solas?
Se levantó del suelo y se apartó de los demás.
Todos lo veían de manera preocupada, querían ayudarlo, mas, no podían hacer nada si él no les decía qué era lo que le angustiaba aunque sospechaban el por qué estaba de esa manera.
Ya habían pasado dos días desde lo ocurrido, y Manjiro no había hecho ningún avance, aún con la ayuda de Ken. No sabía qué era lo que había salido mal si el plan era perfecto. Le molestaba mucho no haber resuelto el problema todavía. Solo quería volver a ver a Takemichi, poder ver su sonrisa. Se sentía incompleto sin él.
—Oye, Draken, ¿en serio no nos puedes decir qué pasó?
—No creo ser el más indicado para dec-...—Ken fue interrumpido inmediatamente por Hakkai—Tuvo una pelea con Takemichi.
Los que sabían lo que había pasado, voltearon a verlo sorprendidos.
—¿Qué? Si de todas formas tarde o temprano se iban a enterar—se encogió de hombros.
Querían argumentar negando lo que Hakkai había dicho pero ninguno encontró un argumento fuerte que superara lo dicho.
—¿Y por qué tuvieron una pelea?
Todos se quedaron callados, no se atrevían a decir el por qué ya que sabían que era un asunto personal entre ambos y que solo ellos tenían el derecho de decirlo.
Solo se hicieron los tontos diciendo que ninguno les habían explicado detalladamente el problema que tenían.
Después de un rato, Manjiro se les acercó para luego pedirles a Chifuyu y a Hakkai que lo acompañaron. Al estar a solas, les preguntó acerca de Takemichi, si es que le podrían contar el por qué Takemichi se había enfadado con él.
Evidentemente, se negaron a contárselo. Manjiro comprendió, les agradeció y se alejó de ellos nuevamente, y dio por finalizada la reunión.
Takemichi al oír que Manjiro preguntó por él, se lamentó pero no podía hacer mucho para arreglarlo pues aún no encontraba el coraje para volver a verlo. Necesitaba más tiempo.
Sus amigos le dijeron que estaba bien, que no se sientara presionado en sus acciones, que se lo tomara con calma, no era como si el fin del mundo estaba cerca de cumplirse.
Sin embargo, para él, ya había llegado el fin del mundo.
Desde el fondo de su corazón, le dolía tener que ignorarlo, le dolía saber que gracias a él, Manjiro estaba desconectado, le dolía saber que Manjiro intentaba de alguna forma arreglar el problema que tenían. Pero, también sabía que era un cobarde y que no podía confrontarlo en estos momentos porque a pesar de las cosas ya mencionadas le lastimaban, más le iba a lastimar tener que mirarlo.
Y así otro día, sin tener contacto alguno, había pasado.
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