03:──Herido

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Manjiro.

Me despertaron los gritos de Ken-chin, con fastidio me tapé el rostro con una de las almohadas, sin embargo, esto hizo que se enfadara más, quitándome las sábanas y la almohada de encima.

—Ken-chin—bostecé—unos minutos más, ¿si?

—Nada de unos minutos más, ¡llegas tarde, Mikey!, ¡tienes que levantarte ahora mismo!

Lo oí desinteresado acurrucándome nuevamente en mi cama a pesar de no tener con qué taparme.

Entonces, me agarró de las manos y las tiró fuertemente para que me levantara, sin embargo, no lo logró ya que puse toda mi fuerza para que no pueda incorporarme de la cama.

Se escucharon algunas risas.

Eran Shinichiro y Emma.

—Yo me encargo de este idiota, no te preocupes, Draken.

—Sí, ¡esperemos abajo!, ¡vamos!

Ken-chin aceptó un poco fastidiado, y así se fue abajo con Emma.

—Ya debes levantarte o harás que el abuelo se quede calvo.

Hice caso omiso.

—Como no quieres levantarte...entonces tendré que quitarle la banderita del omurice que traje.

Me incorporé de la cama enseguida, ¿qué tan malvado puedes ser para quitarle la banderita al omurice?.

—¡Está bien, está bien!—me paré—¡Mira, ya estoy de pie! No armes un escándalo—me crucé de brazos haciendo un puchero.

—Bien, apúrate—sonrió complacido y se retiró de la habitación, dejándome solo.

Ese maldito...esta vez me ganaste, pero la próxima vez no será así.

Al sentir que alguien me llamaba, giré la cabeza con lentitud, era Ken-chin de nuevo.

—Vamos, ya es hora de salida, tenemos que ir a por Takemicchi, y a parte de eso, tenemos una reunión con nuestra pandilla.

Cansado y casi sin ánimos, me levanté del asiento entonces le dije que me llevara en su espalda, este aceptó como siempre así que aproveché para apoyar mi cabeza en su espalda y cerrar los ojos.

Realmente no quería ir a recoger a Takemicchi porque sabía que cuando nos viéramos, él practicaría conmigo. Despreciaba con todo mi ser esos ensayos, puesto que, las palabras que él decía no iban dirigidas a mí sino a alguien más, me desgarraba por dentro verlo temblar por alguien que no fuera yo. Pero, no tenía ningún derecho a parar esas prácticas, después de todo, él me pidió ayuda en ello y como amigo debo apoyarle en todo pese a todo el dolor que sienta ya que de esa forma podré ayudarlo a que sea feliz con la persona que ama.

Repentinamente, me acordé cuando dijo "Me gustas", cuando oí esas palabras salir de sus labios, me sorprendí mucho, tal fue el impacto que me quedé callado por varios segundos, no podía creer que la persona que amaba también sintiera lo que yo sentía, y cuando estaba a punto de abalanzarme a él, dijo: "Solo era un ensayo", mi corazón se rompió en pedazos, me sentí un imbécil al pensar que esas palabras podrían estar dirigidas a mí, me reí de mí mismo, y lastimado, le dije que no debería hacer cosas, no me gustó lo que le había dicho y para recompensar eso decidí aceptar practicar con él, aunque sabía muy bien que cada vez que se confesara, se me rompería más el corazón, pero no me importó, saldría herido con tal de que él se sienta seguro de poder confesar sus sentimientos a la persona que en realidad le gusta.

Me pesó mucho la mente que me atreví a hablar para despejar mi mente:—¿No deberías pasar más tiempo con tu novia, Ken-chin?

Paró en seco.

𝗰onfesión 𝗱e 𝗮morWhere stories live. Discover now