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Después de la noche de año nuevo no volvió a cruzarse con el rubio otra vez, por lo que el trabajo absorbió su tiempo y así fueron pasando los días hasta que llegó Febrero y el ambiente amoroso empezó a impregnar el ambiente.

Al contrario de lo que muchos solían creer, San Valentín era de sus festividades menos odiadas ya que no tenía que visitar a su familia. Sin embargo, sí admitía sentirse incómoda con tantas parejas demostrándose su amor cuando bien podrían hacerlo cualquier otro día del año y no habría mucho problema, pero lo que a ella le molestaba en sí era el hecho de que ya tenía un buen tiempo sin tener una relación y de alguna manera ver esas muestras de afecto le traían recuerdos amargos.

Como sea, ella estaba muy enfocada en el trabajo, así que no tenía que  preocuparse por esas cosas.

Unos golpecitos llamaron a su oficina y le permitió la entrada a quien sea que fuera debido a que estaba muy sumergida en el papeleo. Un gran ramo de flores se situó en frente de ella captando toda su atención, pero lo que más le sorprendió al levantar la vista fue toparse con esos zafiros azules que tanto la habían cautivado.

-Naruto ¿Qué haces aquí? -demandó boquiabierta.

-Vine porque tú y yo vamos a tener una cita -contestó con una gran sonrisa muy seguro de sí mismo.

-P-pero qué cosas dices, no puedo salir contigo -se abanico abochornada-, tengo mucho trabajo -lo rechazó enseguida.

-Sakura -se recargo en el escritorio y la miró fijamente- ¿Acaso no la pasaste bien la noche de año nuevo?

-S-sí -aceptó desviando la mirada-. Pero esa vez fue algo planeado y esto que me propones es muy repentino, ¿Por qué de repente vuelves a aparecer después de haber estado ausente por mucho tiempo? -interrogó una vez recuperó la compostura.

Naruto soltó un suspiro y se pasó la mano por el desordenado cabello.

-Es la primera vez que paso San Valentín solo desde que terminé con Hinata y...

-Y creíste que no tendría nada mejor que hacer -terminó por él con un tono molesto.

-No, Sakura, no es eso...

-¿Entonces qué es? Porque venir a mi oficina sin avisar y de paso invitarme a salir como si fuera a dejar todo lo que estaba haciendo por ti, suena a que es lo que creo -acusó ofendida.

-No es lo que parece -el rubio siguió insistiendo.

-Pues para mí sí, así que retírate por favor y llévate tus flores -regresó su atención a los papeles con la intención de no seguir escuchándolo más.

Naruto salió de la oficina muy decaído, dejando a la peli rosa  confundida e irritada.

Finalmente terminó su turno y salió del hospital para tomar un taxi; sin embargo no contó con la presencia de Naruto, quien estaba sentado en la parada de autobús y en cuanto la vio salir, se paró para acercarse a ella.

-Te dije que te fueras -espetó enfadada mientras lo pasaba de largo.

-No podía irme sin aclarar las cosas contigo -la siguió aún sin darse por vencido.

-No hay nada que aclarar, dejaste tus intenciones muy claras en la oficina -refutó sin dirigirle la mirada.

-Pero es que...

-¡Sakura! -llamó una voz muy familiar y se topó con la figura de Jiraiya saludándola animadamente.

Caminó hasta donde estaba la pareja y se situó en medio de los dos.

-¿Listos para irnos? -preguntó el mayor volteando a ver a ambos.

-Un momento, ¿Lo conoces? -señaló al rubio totalmente pasmada.

Amor De CalendarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora