El día de su catorceavo cumpleaños, Zara se entera que es un Guardián; una protectora del mundo mágico de Alom y de los humanos. Este descubrimiento ha hecho un conflicto con sus emociones y sentimientos con su familia por haberle ocultado la verdad...
Ha pasado un mes y medio desde la llegada de los nuevos Guardianes a Alom y a la Academia. El verano empieza a hacer estragos por todas partes. Las clases se han vuelto más intensas, arduas y emocionantes. Sin embargo, la noticia más sobresaliente son las selecciones de los nuevos combatientes para los torneos, donde se ha dado un giro inesperado al ser elegido un estudiante de primer año. Jasir Alanem, un Guardián Tierra ha sido escogido por varios de sus compañeros para participar en los torneos. La agilidad mostrada en las clases por el chico, ha dado la impresión a sus maestros de enviarlo a los entrenamientos para los torneos, donde ha sido seleccionado para participar.
-¡Es increíble! -manifestó Gil de asombro, entretanto sus amigas lo miraban como devoraba unas salchichas.
-¿Por qué te sorprendes? -preguntó Amaya. -Si todos los estudiantes de nuestro salón sabían de sus habilidades.
-Sí, pero debería esperar dos años más para ser escogido o poder participar. No es justo cambiar las reglas solo por tener buenas habilidades -expresó enojado Gil.
-Concuerdo contigo sobre la participación, es muy peligroso para alguien de primer año como nosotros, estar allí. Además puede salir gravemente lastimado -dijo Zara, ordenando su lugar donde había almorzado.
-Lo extraño de todo esto, es Jasir, siempre está solo -hizo una pausa Amaya para darle a Tzub un pedazo de tomate de su lonche, mientras sus amigos la miraban con curiosidad. -.No se junta con nadie, solo vaga por la academia. Además, nadie sabe de su pasado o dónde nació.
Una vez dicho eso, se levantaron los tres para ir a dejar su charola en la entrada de la cocina, pero antes de llegar se toparon a Jasir, él los miró y se fue. Al terminar de almorzar se despidieron, Zara se dirigió a la clase del maestro Blaise pero antes de llegar a los campos fue interceptada por Ninan e Ignasi en las escaleras.
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-Hola -saludó Ninan.
-Hola, ¿pasa algo? -preguntó sorprendida Zara.
-Bueno, venimos a hacerte una prueba. Necesito que nos acompañes al Olimpo -explicó ella.
-¿Yo?,¿Por qué?
Ignasi se acercó a la niña, la miró a los ojos y preguntó:
-¿Es cierto que puedes hacer un torbellino de fuego?
Zara afirmó con la cabeza, Ignasi aún incrédulo miró a Ninan para confirmar lo dicho. Después volvió a dirigirse a la niña.
-Síguenos.
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