CEREMONIA DE LOS INICIADOS

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Al terminar el día de llegada a Alom, todos los estudiantes de primer año deben esperar en el puente de piedra, este se localiza en la parte noroeste, cerca del bosque negro y fuera de la ciudad. Con las túnicas puestas y una lámpara de quinque encendida en sus manos, los alumnos cruzan el pueblo acompañados de un maestro guía. Toda la gente, magos, duendes o seres; se reúnen para ver a la nueva generación de guardianes. El espectáculo presenciado, logra reunir aplausos y mensajes de apoyo. Unos fuegos artificiales alumbran la ciudad para despedirlos, algunos chicos saltan de alegría al ver la función, en tanto siguen caminando para alejarse del lugar. Al llegar al puente, los carruajes del colegio los esperaban con caballos negros, éstos llamaban la atención pues en su cabeza y su cola, el pelo era plateado, tal como el brillo de la luna. El guía, cuyo nombre es Brian, quien era un joven apuesto y agradable, les daba instrucciones de subir de cuatro personas a los carruajes. Zara y Amaya buscaban con la vista a su amigo Gil, entonces volvió a hablar Brian:

―Guardianes, antes de subir al vehículo, debo advertirles de no abrir las puertas. Si descubro a alguien hacerlo, el castigo será la expulsión inmediata de la escuela. No pongan en riesgo la seguridad de sus compañeros ―hizo una pausa para voltear hacia atrás, mirando las sombras de los árboles. ―En las profundidades del Bosque Negro, existen diferentes criaturas temibles, solo nos limitaremos a rodearlo para llegar a la Academia.

―¿Qué pasaría si nos adentramos en el bosque? ―preguntó una niña con cabello morado.

Brian se acercó a la niña, la miró a los ojos y dijo:

―Entonces despídete de este mundo ― .Levantó la vista y miró a los demás. ―¿Entendieron Guardianes?

―¡Sí! ―respondieron todos al mismo tiempo.

Una sonrisa se dibujó en el rostro del guía, las chicas quedaron anonadadas por la valentía y la fortaleza del joven, quien subió de un salto inesperado al asiento del conductor del primer carruaje para guiar el camino. Los niños empezaron a subir a sus respectivos transportes. Zara se introdujo al segundo carruaje y observó a sus dos nuevos acompañantes. Era un niño y una niña con cabellos rubios, ojos azules y una piel pálida semejante al hielo. Ambos tenían anillos en un dedo con una esmeralda roja y solo hablaban entre ellos. Amaya los saludó, sin embargo no respondieron. Una vez todos los alumnos dentro de sus transportes, los conductores cerraron las puertas y dieron un grito al aire de confirmación a Brian. Al oírlos él, se dispuso a dar inicio a la caravana hacia la Academia Guardián.

Durante el trayecto, Zara podía observar por las ventanillas como el bosque era silencioso y oscuro; le daba miedo imaginar pasear de noche allí. No obstante, la luna iluminaba el camino por donde transitaban, espantando la oscuridad siniestra. Entonces un grito de asombro interrumpió el ruido de las ruedas de los carruajes.

―¡LA LLUVIA DE ESTRELLAS! ―gritó Amaya mientras sacaba la cabeza por una de las ventanas. ―¡Ven a mirar Zara!

Se apresuró, para asomarse junto con su amiga

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Se apresuró, para asomarse junto con su amiga.

―¡Guau! ¡Es increíble!

Miles de estrellas fugaces iluminaban el cielo, algunas caían más rápido que otras. Todos los chicos y chicas asomaban sus cabecitas por la ventanas, gritaban de alegría y admiración; a excepción de las dos personas en el carruaje donde iban ellas. Más adelante, los conductores se detuvieron enfrente de una puerta con dos grandes rejas negras con faroles en sus columnas, allí existía un grabado con la siguiente leyenda:

"Alumbrando la Senda de los Guardianes"

El joven Brian se puso de pie, alargó su brazo derecho con la palma extendida, simulando tocar la puerta. En eso, una corriente de aire frío salió disparada hacia la entrada. La puerta empezó a abrirse hacia adentro, las dos rejas rechinaban, sin embargo, el grito de emoción de todos era más fuerte. Cruzarón por la entrada y avanzaron unos metros para dejar el bosque negro atrás. Un campo grande cubierto de césped se hacía presente en el camino y al final se podían observar unos edificios rectangulares con todas las luces apagadas. Al llegar a la Academia, unas escaleras ascendían a un terreno más elevado, los niños subieron por ellas y estando en la cima vieron un parque enorme de árboles en medio de los edificios grandes. Todos estaban impresionados con la escuela, no obstante no se veía nadie.

―Guardianes pongan atención -dijo Brian mientras miraba hacia enfrente, sin voltear a observarlos. ―A su izquierda se encuentran dos edificios, el primero son los dormitorios, de los Guardianes del Aire y el otro, el de los Guardianes del Agua; a la derecha tenemos los edificios de los Guardianes del Fuego y Guardianes de la Tierra; y al final está Rectoría.

―¡Cómo el escudo de la academia! -manifestó Zara.

―Correcto ―contestó el guía y volvió a hablar. ―Hay otros edificios y campos de entrenamiento, pero por el momento, nos dirigiremos al estadio Olimpo ―miró la oscuridad frente a ellos ―Guardianes, enciendan otra vez sus lámparas y síganme para su ceremonia.

Avanzaron por la plaza, entre las sombras de varios árboles irreconocibles, cruzaron un puentecito de madera que se unía a un camino de piedra. Al terminar el sendero, llegaron a una edificación ancha y alta; era el edificio de Rectoría. La mayoría ya estaban cansados de caminar tanto, entonces Brian los dirigió por un lado de la estructura, muchos se quejaron, pero los regañó de inmediato. Al terminar de recorrer el camino, se podían observar luces de una construcción en forma de estadio a lo lejos. Se dirigieron hacia allá, aún seguían cayendo estrellas cuando llegaron a la entrada del lugar, el cual tenía una fachada como un coliseo. Al entrar, una ovación se escuchaba por todos lados. Era un área circular, en medio de ella había cuatro pilares y al fondo se encontraban cinco gradas: dos a la izquierda, dos a la derecha y una en medio. No había techo, la luna se podía ver junto a las estrellas, sin embargo había bastante luz alrededor.

El Oráculo de Zara. "Despertar del Fénix"Where stories live. Discover now