34 ᥫ᭡ ˖

9.7K 1K 205
                                    

Ya había pasado una semana desde que se habían mudado, los tres estaban bastantes cómodos con su nueva casa al igual que bambi, quien estaba jugando junto a Jungkook en la sala, la cual era tres veces más grandes que la de su casa anterior.

Jimin y Jungkook ya habían estrenado su nueva cama, el baño, la cocina y la piscina enorme que tenía la casa.

Si, había aceptado hacerlo aún con esa gran panza.

Hyejin y Karina ya habían cumplido su primer mes de noviazgo, así que ese mismo día Karina fue a almorzar a la casa de Jungkook y Jimin para conocerlos mejor y poder conversar.

Hyejin ya había conocido a los papás de Karina también y estos definitivamente la adoraban, amabas estaban muy felices de ser aceptadas por sus familias, el resto no les importaba.

Jimin y Jungkook estaban mejor que nunca en su relación, ambos estaban muy felices de que cada vez quedara menos para conocer a su bebé.

Ahora mismo estaban acostados sin hacer nada, Jungkook comenzó a tocar el rostro de Jimin y hacer sonidos raros.

— ¿Que haces? — Le preguntó Jimin con una sonrisa.

— Estoy aburrido.

— ¿Y jugar con mi cara es entretenido?

Jungkook asintió.

— Acabo de recordar que hace unos días te compré algo.

— ¿En serio? — Jimin alzó una de sus cejas.

— Sip, déjame buscarlo.

Jungkook se paró de la cama y buscó en su closet el regalo, pues se le había olvidado dárselo así que lo escondió para cuando se acordara.

— Ten. — Le tendió el regalo.

Jimin con clara emoción abrió el regalo y se encontró con un perfume, sonrió y besó los labios de su novio.

— ¿A quien se lo oliste?

— ¿Qué?

— A alguien le oliste este perfume, dudo que hayas olido cada uno de los perfumes para regalármelo. — Lo miró serio.

— ¿Es en serio?

— Perdón, son los cambios de humor. — Se disculpó. — Gracias por el regalo amor.

— No hay de qué.

Jungkook soltó un pequeño suspiro por lo tóxico que había sido lo que Jimin le había dicho, no aguantó reír por los cambios de humor que constantemente tenía su novio.

Se volvió a acostar y Jimin se sentó en su regazo.

— Me acostaría en tu pecho pero algo me lo impide. — Apuntó a su panza.

— Ya saldrá, no te preocupes.

Jimin soltó un suspiro.

— Espero que llegue luego ese día.

Ambos se quedaron en silencio y Jungkook comenzó a dejar palmadas en sus muslos, pues Jimin solo estaba con sus bóxers y una camisa ancha.

— Me gusta.

— ¿Te gusta que te golpee?

Jimin asintió.

— No tan fuerte obviamente si no quieres que te lo devuelva.

Jungkook rió.

Se sentó esta vez en la cama y corrió a Jimin un poco más adelante quedando cerca de su pecho, estampó sus labios con los de su novio mientras masajeaba una de sus nalgas. El rubio no evitó jadear colocando sus manos detrás de la nuca de su novio para más profundidad en su beso.

𝖳𝖧𝖤 𝖬𝖠𝖥𝖨𝖠 𝖡𝖮𝖸 // Kookmin Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum