5. Propuesta tentadora.

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Yeimy apenas llegó a su casa, lo primero que hizo fue tumbarse en su cama. No podía creer que había mantenido una conversación con Charly y que encima le había robado una sonrisa, eso hacia que su mundo diera un giro 360.

Sus pensamientos se detuvieron cuando su celular sonó.

—¿Alo? —preguntó, ya que era un número desconocido.

—Hola, ¿hablo con Yeimy Montoya? —preguntó el desconocido, con un acento argentino bastante notable.

—Si, ¿con quien hablo?

—Mira, estas hablando con Mike Rivera, de seguro me conocés, ¿no?

Yeimy sabía perfectamente quien era. Pero aún así su llamada le causaba curiosidad. Muy seguramente la había llamado por Erik, ya que ella y Juancho manejaban la carrera de Erik, o al menos así era antes de que la echaran de surround.

—Si, claro. Vea, Mike, Erik no está disponible. Él tiene un contrato con surround vibes y eso es pa' rato.

—No, no, no te llame para hablar del pez koi. Te llame porque tengo una propuesta para vos.

—¿Para mí? —inquirió extrañada.

—Si, para vos. Yeimy yo sé que vos sos una excelente productora, compositora, pero sobre todo sé que sos buenísima cantando. —recalcó esta última palabra. —¿No te suena la idea de lanzar tu carrera musical como cantante? ¿Y en una productora de la talla de Grey Shark? —propuso con un tono convencedor .

Yeimy se quedó completamente en silencio. Fue como si aquella propuesta le hubiera caído del cielo, en el momento que más lo necesitaba.

Por primera vez sintió que había llegado su momento, su momento de brillar en la música y cumplir su verdadero sueño. Pero obviamente no iba a aceptar así como así, se iba a hacer de rogar un poco.

—Tenés mucho talento que explotar, y créeme que en una productora como Grey Shark vas a llegar muy lejos. —y entre más hablaba, Yeimy más se convencía de aceptar. —Y para mí sería un honor lanzarte como cantante ¿Qué decís?

—No lo sé, Mike. Todo tiene su precio ¿no?

Mike de enseguida soltó una carcajada, porque si se trataba de dinero, ya tenía a la reina más que comprada.

—Créeme que dinero es lo que sobra. ¿Te parece si mañana pasás a Grey Shark a firmar?

—Créame que no estoy tan necesitada de dinero como para ir corriendo a firmarle —mintió, ahora más que nunca estaba necesitada de dinero. —Pero lo pensaré, y si mañana aparezco por allá, ya sabe cual fue mi respuesta. —cortó.

Ella sabía perfectamente qué clase de tipo era Mike Rivera, pero también sabía perfectamente que clase de productora era Grey Shark y lo mucho que necesitaba trabajo.

Charly después de la conversación con Yeimy no podía dejar de pensar en ella.
Aún estando sentando en la misma mesa con Silvia, Yeimy no salía de su cabeza. Y Silvia no pudo omitir ese detalle.

—¿Para qué me traés a cenar si vas a seguir pensando en esa vieja? —Reclamó irritada. Guió su mirada a Charly, quien parecía que estuviera soñando despierto.

—¿Ah? Perdón, no te escuché. —pestañeó un par de veces y dirigió su mirada a ella, y Silvia parecía estar realmente enojada. —¿Qué pasa?

—Pasa que: Yeimy.

—¿Yeimy? ¿Donde? —Apenas escuchó su nombre se volteó hacia los lados buscándola. Parecía un niño pequeño que se había perdido y buscaba a su madre.

—No, Charly. Yeimy no está aquí —Demandó sentida. Pero él ni siquiera lo notó.

—Bueno.. —bufo. —Decíme, ¿qué pasa? —volvió a preguntar inocentemente.

—¿Que pasá? —repitió la pregunta de él, ofendida. —Pasa que desde que conversaste con ella, no me has parado bolas.

Charly se dio cuenta que lo que decía Silvia era cierto. Desde que habló con Yeimy no la había dejado de pensar, al punto de ignorar a Silvia y eso lo hacía sentir fatal.

—Ey, discúlpame ¿si? No me di cuenta. Ahora si, dale, hablá. —Se disculpó, y Silvia sonrió haciéndole saber que todo estaba bien.

—Charly, te tengo una pequeña sorpresa.

—¿Sorpresa? ¿Pa' mí?

—Pues, te cuento que Mike Rivera estaba interesado en contratarte para su productora, y le dije que si —Confesó, y con tan solo ver los ojos de Charly se podía notar lo feliz que estaba de la noticia.

—¿En serio, princesa? —Inquirió con una amplia sonrisa, Silvia asintió y él se levantó de la silla para ir a abrazarla.

Al día siguiente Yeimy se arregló, para luego dirigirse a Grey Shark y reunirse con Mike. Sabía perfectamente a lo que iba, iba a decirle que aceptaba su propuesta.

—¡Hey, Reinita! —Saludó con una sonrisa cordial, y al notar su presencia, su respuesta era evidente.

—Mike, ¿qué tal? —esbozó una sonrisa, mientras entraba a Grey Shark, contemplando el gran lugar.

—Feliz por tu visita. Bueno, vamos a lo que vinimos.

Yeimy dejó la arrogancia a un lado y después de unos pequeños acuerdos, finalmente aceptó.

—Listo. Bienvenida a Grey Shark. —Estrecho su mano y luego la abrazó.

Yeimy se sentía feliz y sucia a la vez. Sentía que estaba traicionando a Surround, la empresa a la cual llamó muchas veces como su familia. Pero también le agradaba pensar en un nuevo comienzo que incluyera su sueño de toda la vida.

—Mucho gusto. Me podés decir Zafiro, soy la asistente personal de Mike. ¿Te parece si te hago un recorrido hasta tu oficina? —ofreció de manera amable.

—¿Oficina? —frunció el ceño y desvió su mirada hasta Mike.

El detalle de la oficina propia, la agarró por sorpresa. En ninguna de las productoras en las que había trabajo le tenían oficina propia a los artistas, se preguntó a sí misma
¿Tan superior era Grey Shark?

—¡Pero, por supuesto! ¿A vos te parece que yo dejaría a mis dos estrellas sin su oficina propia?

—¿Dos? Pensé que era la primera en firmar.

—Corazón, alguien se te adelantó. Tu compañerito está arriba, por si lo querés conocer —dijo en un tono travieso y una sonrisa maliciosa en el rostro.

A Yeimy le resultó extraña la actitud de este, pero al final acepto el recorrido con Zafiro.

Mike es una de esas personas que les gusta ver el mundo arder, y su llegada a Colombia no iba a ser la excepción.
Conocía la historia de Charly y Yeimy, al derecho y al revés, y ¿Qué mejor idea que ponerlos a trabajar juntos?

—Y bueno, hasta aquí el recorrido. A la derecha está tu oficina, y la de al frente es la de tu compañero. Mike dijo que para que todo fluya mejor, podés pasar a conocerlo. —Aconsejó y luego bajo las escaleras apresurada, no quería presenciar lo que sea que pudiera pasar ahí.

—¡Gracias! —Grito Yeimy a Zafiro la cual ya se encontraba en la primera planta.

Tendría que haber ido primero a su oficina, pero la curiosidad de conocer a su misterioso compañero de trabajo le ganaban. Se dirigió sigilosamente hasta la oficina de este, tenía vidrio, pero estaba polarizado y no permitía ver por adentro.

Llena de intriga por quien pudiera abrir dicha puerta, puso su mejor cara y la golpeó. Cuando la abrieron, la sonrisa que había preparado de manera amable, se esfumó.

—¿Charly?

si les gusta como va la historia me ayudarían mucho votando<3 Les juro que amo sus comentarios me matan de risa JSJAJSJSA los quiero mucho💘

Odio que no te odio.  (Charleimy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora