4. Conversaciones.

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Yeimy entró a surround, no del mejor ánimo que digamos. El ambiente estaba tenso debido a su ruptura con Juancho, y rumores que involucraban a Charly. Lo peor de todo era que esto no había terminado, no, nada más lejos que eso. Esto recién empezaba, más aún que Charly había salido de la cárcel.

Su vista se dirigió a Vane quien estaba llorando sentada en una silla, sin pensarlo dos veces se dirigío a ella.

—Ey, muñeca ¿Que pasó? —preguntó, arrodillándose para quedar a su altura.

—Discutí con Erik —Contestó entre sollozos.

—¿Con Erik? ¿Por qué?

—¿Me prometés que si te cuento no te vas a enojar como él?

—Corazón, decíme, sea lo que sea yo no te voy a juzgar —aseguró, corriendo un mechón de su cabello atrás de su oreja.

—Pues, le decidí dar una oportunidad a Charly —confesó entrecortado, atenta a la reacción de Yeimy.

—Tranquila, te entiendo —contestó después de un largo silencio—. Pero, me podés decir ¿por qué?

—Pues, cuando Erik e Irma estuvierón de gira yo me sentía muy sola ¿si? y la abuela me convenció de ir a ver a Charly.
Yo de verdad creo en su cambio, y Erik se enojo por eso.

Cuando escucho la razón del enojo de Erik sintió un tanto de culpabilidad. ¿En que momento le había inculcado tanto odio por Charly? Su propósito era protegerlo de Charly, no que se volviera una persona rencorosa.

—Mirá, vos estas en todo tu derecho de querer darle otra oportunidad a tu papá ¿okey? Es tu papá y está bien. Pero también tenés que entender a Erik. Él no tuvo al mismo Charly que tuviste vos. —dio un gran suspiro—. Y si vos te llegas a sentir sola, sabés que podés contar conmigo para todo, vení nena —Cerró la conversación con un tierno abrazo.

—¿Vos que hacés acá? —preguntó Juancho, cruzado de brazos.

—Pues, trabajo aquí —contestó extrañada.

—¿Podemos hablar en privado?

Vane de enseguida captó que sobraba en aquella conversación y se despidió de Yeimy, dejándola a solas con Juan.

Yeimy tenía miedo de cualquier cosa que pudiera salir de la boca de Juan. El estar separada de él raramente le traía una sensación de alivio, se sentía con un peso menos encima. No obstante, sabía que para Juan no era así. Sabía que él estaba dolido y que tenía el poder de hacer cualquier cosa, sobre todo si se trataba de surround.

—¿Que pasa, Juan?

—Estas despedida. —Fue directo al grano  y bastante seguro de su decisión.

—¿Que? —Preguntó como si hubiera escuchado mal o le hubieran hecho una broma de muy mal gusto.

—Que estas despedida, no te quiero volver a ver en surround.

—¿Estas hablando en serio? —Consultó indignada.

—Muy en serio. Yo puedo seguir adelante solo.

—¿Y yo? ¿Yo qué?  —Juan se encogió de hombros haciéndole saber que eso no era problema suyo. —No podés ser tan injusto. Yo he trabajo en esto, tanto o más que vos.

—Pues, tuviste que haberlo pensado dos veces antes de meterte con Charly.

—¿Perdón? Yo no me he metido con nadie, mucho menos con Charly.

—¿Vos creés que soy huevon o qué? ¿Entonces por qué vas a visitarlo a mis espaldas? ¿Entonces por qué volvés con una cancioncita de amor que él te dedicó?

Odio que no te odio.  (Charleimy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora